Un grupo de militantes volvió a concentrarse ayer frente al departamento de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en el barrio porteño de Recoleta, como vienen haciendo desde la semana pasada, cuando el fiscal Diego Luciani solicitó una condena en su contra en el marco de la causa conocida como Vialidad, que la tiene como principal acusada.
De acuerdo con lo que precisaron fuentes de seguridad a Infobae, cerca de las 18:00 había en el lugar unas 350 personas que estaban cortando únicamente la esquina donde se encuentra el domicilio de la exmandataria nacional, sobre la calle Juncal, entre Uruguay y Paraná. Debido a que la manifestación hasta el momento no era muy grande, en la zona no se desplegaron agentes de la Policía de la Ciudad, como sucedió los días anteriores, aunque esta opción no se descartaba si la situación se desbordaba.
Sin embargo, los uniformados que se encontraban prestando servicio en los alrededores del lugar confiscaron seis parrillas que se habían instalado en la vía pública, a la espera de la llegada de los militantes, los cuales fueron a recibir a Cristina Kirchner a su casa, quien tuvo una jornada de trabajo en el Senado.
Pasadas las 19:40, la expresidenta llegó a su inmueble a bordo de su vehículo oficial y escoltada por otros dos autos con los custodios. Antes de ingresar a su casa, visiblemente emocionada, volvió a saludar a la multitud y a firmar los libros que le acercaban sus seguidores.
Durante la tarde, la exjefa de Estado recibió en el salón Illia del Senado a las dirigentes de los Derechos Humanos Estela de Carlotto y Taty Almeida, junto con otros representantes de Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos, Hijos Capital y el Cels.
Tras ese encuentro, volvió a criticar los operativos de seguridad en su departamento y, puntualmente, a Horacio Rodríguez Larreta: “Si al jefe de Gobierno lo pinchan y le dicen que no tiene carácter y sale la otra a chicanearlo por televisión, entonces manda camiones a mi casa. No sea ridículo, jefe de Gobierno, así no se demuestra la autoridad, créame. La autoridad no se demuestra con los débiles, se demuestra cuando se tiene autoridad con los poderosos. Lo demás es un ejercicio o simulación de autoridad”, sostuvo. Las seis parrillas que se confiscaron ayer es por la prohibición de colocar puestos de comida durante estas manifestaciones, uno de los puntos que acordaron las autoridades porteñas y las nacionales durante la reunión que mantuvieron el sábado pasado, después de los incidentes que se registraron entre los policías y la gente que se había concentrado para respaldar a la vicepresidenta.
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