Economistas coincidieron en señalar que la liquidación de divisas por parte del agro debería acelerarse tras la firma del acuerdo entre Rusia y Ucrania que reanudará las exportaciones de ambos países por el Mar Negro, lo cual podría generar una caída en los precios de los commodities.
Con la mediación del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el secretario general de la ONU, António Guterres, ambos países firmaron en Estambul un acuerdo que dará luz verde a la exportación de 22 millones de toneladas de granos y otros productos agrícolas que han estado bloqueados en puertos ucranianos del mar Negro por la guerra con Rusia.
Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de trigo, maíz y aceite de girasol, pero la guerra y el bloqueo de sus puertos han detenido su envío.
De forma inmediata, los valores de las commodities operarían con fuertes pérdidas con una baja de US$ 12,3 en los contratos con entrega a septiembre para el trigo, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Previo a la firma, los precios de las commodities ya atravesaban bajas en los últimos meses: el índice de precios internacionales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cayó de un pico de 159,3 puntos en marzo a 154,2 en el último indicador de junio.
“Hay un riesgo del sector por el precio de los próximos contratos dado que se está revirtiendo la curva de precios en los mercados internacionales”, dijo a Télam el economista Sergio Chouza.
De todas formas, Chouza cree necesario “un acuerdo político con el sector que garantice que parte del stock se vaya a canalizar a corto plazo”, y una suba de las tasas de interés ya que ello “encarece el costo del acopio y el costo de oportunidad del sector por apalancarse a créditos o cauciones en pesos y no liquidar los stocks”.
Del mismo modo, el economista y director de la Consultora Sarandí se mostró optimista con la baja de la necesidad de divisas para importar energía a partir de agosto, que permitiría que “la cuenta de reservas no caiga tanto”.
Asimismo, Chouza opinó que no hay necesidad de devaluar el tipo de cambio oficial.
“Yo coincido con la evaluación de la ministra (de Economía, Silvina Batakis) y el presidente del Banco Central (Miguel Pesce) de que el tipo de cambio oficial no es bajo”, dijo.
Respecto de las subas de tasas de interés dispuestas por bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) o el Banco Central Europeo (BCE), Chouza evaluó que el impacto en el país se presenta en la “salida de capitales de mercados emergentes”, además de “reducir la tasa de crecimiento potencial de todos los países del mundo”.
Del mismo modo, el economista Alfredo Schclarek Curutchet sostuvo que la suba de tasas provoca que “los inversores internacionales empiecen a vender los bonos soberanos de los países emergentes para irse a bonos del Tesoro norteamericano, lo cual hace caer el precio en dólares de los bonos argentinos y aumente el dólar financiero”.
Asimismo, respecto de la liquidación de granos, Curutchet consideró que las “dudas sobre si el Banco Central va a perder o no el control sobre el tipo de cambio oficial” provocan que “cualquiera que tenga productos para exportar, como el caso del campo, espere a ver qué pasa”.
“Si todo el mundo espera para vender granos, no entran dólares y si no entran, en algún punto el Banco Central tiene que devaluar, volviéndose una profecía auto cumplida”, opinó el investigador adjunto del Conicet y especialista en macroeconomía.
Para Curutchet, “desde el punto de vista individual del productor agropecuario, es un poco racional esperar y ver antes de liquidar y vender”.
No obstante, el economista cree que dicha estrategia se ha vuelto en contra para los productores porque “el precio del trigo hoy ya está a nivel pre-guerra con lo que el que se estaba guardando, perdió”.
“Esta baja que se está dando en el precio del trigo es una mala noticia para la Argentina porque podía compensar de algún modo el aumento del gas. Si el campo no liquidó los granos cuando los precios estaban altos y ahora empiezan a bajar, todo se complica mucho más porque al final no se aprovecharon del todo los meses con precios altos”, explicó.
Al igual que Chouza, el economista y director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, cree que tiene que haber “un acuerdo con el sector para asegurar la efectividad de cualquiera de las medidas”.
“Cuando hay tanta incertidumbre, (los exportadores) van a esperar si piensan que más adelante hay un fuerte aumento del tipo de cambio que compensa la baja de commodities”, analizó.
En tanto, Martín Burgos, economista con un Master en el EHESS de París, indicó que “es posible” que el acuerdo entre Rusia y Ucrania acelere la liquidación de granos.
“La baja de las retenciones por un tiempo, un mes o dos, podría ser una herramienta, pero es un debate porque es mucho lo que se pierde también de recaudación impositiva”, indicó.
Por otro lado, Burgos, en sintonía con Chouza, opinó que otra problemática son las tasas de interés ofrecidas a los agricultores.
“Me parece que hay un total desacople entre la tasa de interés que se ofrece para sembrar respecto de las expectativas de devaluación. Ellos tienen dos opciones: usar los stocks que tienen o pedir préstamos, y si hay prestamos del 20% o 30% anual, evidentemente no tienen ningún incentivo para usar lo que tienen en silobolsas”, afirmó el economista.
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