Giro por el avión: el FBI complicó al piloto iraní
El informe de la agencia estadounidense lo vincula con un grupo terrorista de su país. Se caería la hipótesis oficial de la llegada para una capacitación de vuelo.
El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, que entiende en la causa por el avión de matrícula venezolana -con tripulación y pasajeros de Teherán- retenido en Ezeiza, recibió un informe del FBI sobre los antecedentes y las vinculaciones del piloto iraní Gholamreza Ghasemi, que habla de un “vínculo” con la Fuerza Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, confirmaron fuentes judiciales.
Horas después de recibido este informe -que sería clave en la causa de posible espionaje u otra actividad delictiva posiblemente vinculada al terrorismo-, el juez Villena le corrió vista a la fiscal Cecilia Incardona “para delimitar el objeto procesal”.
De confirmarse este giro en la causa, se caería la hipótesis oficial de una llegada de la triuplación venezolana-iraní para una capacitación de comando de la aeronave.
Mientras, el juez también le dio intervención a la DAIA, que se presentó ante la Justicia y fue aceptada como querellante.
El juez Villena investiga si la tripulación del avión, 5 iraníes y 14 venezolanos, tienen vínculos con el terrorismo internacional, ya que uno de sus integrantes, el iraní Gholamreza Gashemi, posee el mismo nombre que un miembro de la Fuerza Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida por Estados Unidos como una organización terrorista.
Según el FBI, Gholamreza Ghasemi “es CEO y miembro del consejo de administración Qeshm Fars Air” una compañía embargada por el Tesoro de los Estados Unidos en diciembre de 2019 “debido a su participación directa en la actividad terrorista y la asistencia que proporciona a Al Quds”. Tanto esa firma como la aerolínea iraní Mahan Air –la propietaria del Boeing retenido en Ezeiza- fueron designadas como “entidades terroristas” por EE.UU.
Pero el dato más fuerte es que “Qeshm Fars Air opera vuelos de carga bajo cobertura civil para la Fuerza Quds y la Guardia Revolucionaria Iraní” y “los utiliza para contrabandear armas y equipos sensibles de Irán a Siria, entre otras cosas”, según trascendió.
Los portavoces indicaron que se trata de un elemento que permite avanzar sobre la hipótesis de que uno o varios de los tripulantes del avión hubieran llegado a la Argentina con objetivos distintos al transporte de autopartes que declararon ante los organismos de control.
El Gobierno argentino negó que existiera ningún tipo de relación entre Ghasemi y las fuerzas iraníes, al considerar que se trataba de un “homónimo”.