El juez federal Daniel Rafecas archivó ayer la causa relacionada con la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner. Luego de analizar la documentación requerida y escuchar tanto al exministro de Producción Matías Kulfas como a Antonio Pronsato, exinterventor de Enargas que renunció en medio de las internas políticas en el área de Energía, el magistrado concluyó que “el proceso licitatorio se viene realizando conforme a las normas”.
En su fallo, y según fuentes judiciales, Rafecas indicó que todos los señalamientos han sido descartados “por no ser ciertos”, y concluyó que “la Justicia Federal no está llamada a entorpecer o interferir en políticas estratégicas, a partir de denuncias apresuradas que, a poco de andar, se muestran inconducentes para sostener un caso penal”. Más allá de esta novedad judicial, el Gobierno anunció hoy la firma del contrato de los caños para avanzar con la obra, un objetivo central del gobierno que encabeza Alberto Fernández, por las urgencias económicas de la Argentina y ante la demanda de energía a nivel mundial, agudizada por el conflicto bélico que afecta a Ucrania.
En otro pasaje de su fallo, el magistrado sostuvo: “Este Tribunal ha actuado con la máxima premura en pos de desentrañar los sucesos y arribar a una conclusión, puesto que, como representante del Poder Judicial de la Nación en esta causa, tuve plena conciencia, desde el primer momento, de la enorme trascendencia del asunto, de la importancia estratégica que este gasoducto tiene desde el punto de vista energético y para la economía nacional (debido a la sustitución de importaciones de gas), y si hay algo que nunca debería hacer la Justicia, es constituir un factor de distorsión, de entorpecimiento o de interferencia en políticas públicas, cuando sea llamada a intervenir a partir de la formulación de denuncias que, a poco de andar, se revelan como inconducentes para sostener un caso penal”.
La construcción del gasoducto provocó hace 10 días la salida de Kulfas del gabinete nacional, quien debió renunciar tras el enorme revuelo que provocó la difusión de un informe “en off” sobre el proceso licitatorio de la obra, en el que se acusó a funcionarios cristinistas de armar el pliego de licitación del gasoducto Kirchner “a la medida de Techint”. El exfuncionario hizo pública su carta de renuncia en la que envió fuertes mensajes políticos hacia sus adversarios internos: incluyó críticas a los subsidios a los servicios públicos y envió fuertes mensajes al kirchnerismo duro.
“Nos abocamos a la elaboración del Plan Gas 2020 con la premisa de ahorrar divisas de importación y aumentar la producción gasífera en Vaca Muerta y otras reservas hidrocarburíferas del país. Si bien el plan estaba listo en julio de 2020, rápidamente aparecieron las voces críticas desde un sector de los entes reguladores, que decían que nuestra propuesta era antieconómica, con precios en torno a USD 3,50 por millón de BTU, a los cuales consideraban “caros”.
Vaya paradoja, consideraban caro un precio que estaba por debajo de los niveles históricos del gas importado y por el que hoy se paga en torno a los USD 30 y se llegó a pagar en el mundo en torno a los USD 48", decía uno de los párrafos más fuerte de la misiva dirigida a Alberto Fernández. “Qué bueno que no les hizo caso a esas personas Sr. Presidente, no hay que entender mucho de economía para darse cuenta los graves impactos en nuestra balanza de divisas que hubiésemos tenido sin ese Plan Gas que permitió ahorrar nada menos que USD 6.000 millones”, dijo el ministro saliente.
COMENTARIOS