Por sus propias particularidades estacionales y la seguidilla de aumentos que promete, el mes de marzo podría superar los niveles de inflación registrados en enero y febrero (las consultoras calculan subas de precios en torno al 4 por ciento). Y en tal caso, barrer con el piso del 10 por ciento que el Gobierno había proyectado para el costo de vida del trimestre.
Al menos eso es lo que están observando distintas consultoras privadas. Porque a la vorágine marcada por los alimentos (con incrementos superiores al 8% en el primer mes y medio, según Consumidores Libres); los combustibles (con subas promedio del 9 por ciento); la medicina prepaga (otro 9 por ciento) y ajustes en los alquileres por encima del 50 por ciento se agregan factores propios de la época como el regreso a las aulas, que llega con la mochila cargada de incrementos.
La vuelta a clases
La canasta de útiles escolares, por caso, anota subas de alrededor del 65 por ciento. A eso hay que sumarle que para marzo se autorizaron aumentos en las cuotas de los colegios privados que en el caso de la provincia de Buenos Aires alcanzan hasta el 15 por ciento, de acuerdo a datos de la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra). La corrección, superior al tope del 10 por ciento de incremento anunciado a fines del año pasado, terminará redundando en un encarecimiento del 11,8 por ciento en los aranceles escolares de la Provincia, y tendrá impacto a partir del 1º de marzo.
Con el receso estival tocando sus partituras finales, la vuelta al trabajo y a las escuelas obligará a los bolsillos argentinos a apechugar ante una inflación que también se verá tensionada por la ya anticipada actualización tarifaria: para el próximo mes se espera un ajuste en las boletas del servicio de luz de entre el 17 y el 20 por ciento, mientras que en el caso del gas el impacto podría llegar al 35 por ciento. No obstante, fuentes del sector observan que esas subas están lejos de lograr la meta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le impuso al Gobierno para achicar los subsidios energéticos al 1,9 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) y que por lo tanto debería haber otros aumentos en estos servicios a lo largo del año.
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