El gobernador jujeño Gerardo Morales fue consagrado ayer por unanimidad como nuevo presidente del Comité Nacional de la UCR por los próximos dos años, en una reunión plenaria desarrollada en la histórica sede partidaria de la calle Alsina, en el que ratificó su voluntad de disputarle a sus socios del PRO la hegemonía de Juntos por el Cambio hacia el 2023.
El resultado de la elección para que el mandatario jujeño reemplace a Alfredo Cornejo al frente del radicalismo fue fruto de una negociación encarada por el propio Morales y el senador nacional Martín Lousteau, quien representa al sector interno UCR-Evolución, minoritario en el partido y que aspiraba también a ocupar el máximo cargo partidario.
Tras una votación unánime por parte de los 94 delegados reunidos en la tarde de ayer en la sede porteña de la UCR, Morales se quedó con la titularidad de la UCR y también retendrá la vicepresidencia primera de la Mesa Ejecutiva del partido que estará en manos de la bonaerense María Luisa Storani, mientras que la vicepresidencia segunda será ocupada por el propio Martín Lousteau.
“Había muchos que pensaban que este plenario iba a ser de sillazos, hemos demostrado que con diálogo hemos podido lograr esto”, dijo Morales, al inicio de su discurso una vez consagrado como el nuevo jefe de la UCR.
Enseguida, el gobernador -quien, al igual que Lousteau y el mendocino Alfredo Cornejo, tiene aspiraciones presidenciales hacia el 2023- envió un mensaje a sus socios del PRO en Juntos por el Cambio (JxC) y ratificó la voluntad del radicalismo de liderar la coalición hacia el 2023.
Afirmó que luego del resultado electoral de los comicios legislativos de noviembre “cambiaron las condiciones dentro de JxC” y hasta aventuró que si Facundo Manes hubiese sido en los pasados comicios cabeza de lista a la Cámara de Diputados de la Nación, en lugar del macrista Diego Santilli, “también ganábamos en la provincia de Buenos aires”.
A renglón seguido, evaluó: “Hasta acá veníamos en una coalición con un rol casi secundario. En los años que le tocó gobernar a Cambiemos casi que fue un gobierno del PRO”, lo que despertó el aplauso cerrado de los delegados nacionales que participaron del plenario de ayer.
“Han cambiado las cosas”, advirtió Morales y se mostró convencido de que “el resultado del radicalismo en la última elección permitió lograr una relación simétrica (con el PRO) en Juntos por el Cambio y dejar de ser furgón de cola”.
Enfático, Morales sostuvo: “Dejamos de ser un radicalismo irrelevante para pasar a ser un radicalismo que va a aportar. Contundentemente las cosas han cambiado y cambiarán de ahora en más”.
Y avisó: “No queremos ser dueños de la coalición, porque no corresponde, pero sí vamos a ser parte de la toma de decisiones y de la construcción del proyecto que espera la República Argentina que lidere Juntos por el Cambio, pero con un radicalismo fuerte, vigoroso y territorial en todo el país”.
“Este plenario, con diálogo y consensos -continuó- le demuestra a la República Argentina que tenemos la capacidad de unir al pueblo argentino”, enfatizó el flamante presidente de la UCR.
En una afirmación que pareció la de un candidato presidencial, Morales se mostró convencido de la necesidad de “dar un debate federal, que se construya desde lo más profundo del país”.
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