Conmueve: La renuncia de Bullrich al Senado
Anunció que deja su banca “con todo el dolor del mundo y la frustración de no tener alternativa”. Su discurso, cargado de entereza y humanidad, emocionó
“Con todo el dolor del mundo y la frustración de no tener alternativa, quiero anunciar la renuncia a mi cargo”, rezaba la voz de Esteban Bullrich que emitía la computadora que tenía enfrente y sobre la que recargaba sus propios sollozos, al dejar su banca del Senado en una emotiva jornada en el recinto de la Cámara alta.
Diagnosticado con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad neurodegenerativa que le impide hablar y moverse, decidió dedicarle más tiempo a su familia y a su fundación, aunque aclaró que dimitió a su “carga pública pero no a la política”.
Fue un discurso cargado de entereza y humanidad, que despertó aplausos del cuerpo de senadores presentes. Todos -oficialistas y opositores- se pusieron de pie al término del mismo y algunos no pudieron ocultar sus lágrimas. Sólo la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, se mantuvo sentada en su sillón aunque acompañó con aplausos la ovación.
JORNADA DIFERENTE
Fue una jornada totalmente diferente a la sesión preparatoria que el lunes había tenido lugar en Diputados: no hubo vedetismo en las juras de los nuevos integrantes del cuerpo ni discursos con alto contenido político. Sólo algunos gaffes protagonizados por la Vicepresidenta al dejar el micrófono abierto -a un secretario le dijo si se hizo “algo en la cara” al notarlo diferente- pero después fue una jornada cargada de emotividad y sobriedad en los trámites parlamentarios (se refrendaron unos 50 DNU presidenciales sin los flamantes senadores).
A la jura de los nuevos parlamentarios, le siguió la renuncia de Bullrich, que estuvo acompañado por su familia. Una de sus hijas permaneció a su lado: le secaba las lágrimas a medida que transcurría la grabación con su discurso y también le apretaba la mano, en un gesto cargado de amor.
Al comenzar su alocución, el saliente legislador agradeció “las muestras de afecto” que recibió de la titular del Senado y de sus compañeros desde que fue diagnosticado con su enfermedad. Luego dio explicaciones acerca de su decisión: “Desde que entré a la política siempre intenté ser fiel a mí mismo, no mentirme, hacer lo que sentía aunque no fuera inconveniente. Hoy, desde este recinto que me honra ser parte, vengo a hacer algo que va en contra de cada fibra de mi cuerpo, nada de lo que soy me indica que este es el camino que quiero seguir pero creo firmemente en la idea de que el interés público siempre debe estar por encima de los intereses personales”, fundamentó.
Así, remarcó que “ser parte del Senado de la Nación ha sido uno de los honores más grandes de mi vida política. Acá encontré personas comprometidas con la Patria y yo voy a seguir buscando un mejor país para mis hijos. Renuncio a mi banca con mucha tristeza”.
DEJAR LA GRIETA DE LADO
El ganador de las elecciones legislativas bonaerenses de 2017 tuvo un momento para hacer un llamado a la dirigencia para que deje “la grieta de lado” e intente construir proyectos de consenso que saquen al país de la postración. “(Argentina) Vive enfocada en la grieta y en el debate violento. Un país que escapa de la política, la desprecia y la condena. Un país en el que la gente se recluye en lo privado, soltando el sueño de ser parte de la construcción de una Argentina mejor. Un país en el que empujamos a la gente a no ejercer el rol más alto de una democracia, el rol de ciudadano, sé que estas palabras pueden parecer la de un soñador, lo soy, pero como en aquella canción que nos invita a imaginar, sé que no soy el único”, sentenció al recordar “Imagine”, de John Lennon.
Cuando terminaron sus palabras, una ovación descendió desde las gradas y se replicó en cada una de las bancas. El titular del bloque oficialista, José Mayans tomó la palabra para proponer que Bullrich pueda seguir su trabajo desde su casa, de forma virtual. “No queremos que se vaya. Hay que reconsiderar el tema”, reclamó y fue avalado por la Vice. Pero el ex ministro de Educación desechó la propuesta y consideró que no podía cambiar la determinación que había tomado con su familia.
Hoy asumirán funciones los nuevos senadores y por primera vez desde 1983, el peronismo dejará de tener quórum propio en esta cámara. El reemplazante del renunciado legislador, en tanto, deberá esperar para entrar en funciones. Se trata de José Torello, amigo y ex jefe de asesores de Mauricio Macri durante su presidencia. Era el primer suplente en la lista de Cambiemos de aquel resonante triunfo en las legislativas de 2017. “Seguramente asumiré en la próxima sesión del Senado”, arriesgó anoche al ser consultado por este diario.
Torello es un abogado que ha acompañado a Macri desde su salto a la política, en 2003. De hecho, es el histórico apoderado del PRO. En momentos en que se debate la orientación de la oposición, seguramente estará entre las filas de los “halcones” que endurecerán su discurso contra el gobierno