Según el relevamiento que la Universidad Católica Argentina (UCA) realiza a través del Observatorio de la Deuda Social Argentina entre el tercer trimestre de 2021 y el mismo período del año anterior, la pobreza se redujo del 44,7% al 43,8%, mientras el desempleo bajó de 14,2% a 9,1%.
La buena noticia queda matizada porque el informe consigna que la calidad del empleo disminuyó marcadamente en los trabajadores marginales y en los hogares de nivel socioeconómico bajo y muy bajo. Y a la vez la población perdió poder adquisitivo.
Por el efecto del confinamiento severo que generó la pandemia, entre 2019 y 2020 la tasa de desocupación se incrementó de 10,6% a 14,2%. “La posterior reactivación, el efecto de un persistente desaliento y las licencias por Covid-19 generaron que en 2021 la desocupación disminuya al 9,1% de la población económicamente activa”, consigna el observatorio que dirige Agustín Salvia. Hoy el 9,1% es comparable al registro de 2014.
Tanto el año pasado como este jugó fuerte el “efecto desaliento”: desocupados que abandonaron la búsqueda de empleo al ver que disminuían las chances de conseguir trabajo. La UCA estima que sin este desaliento, y sin las vacantes que se abrieron por las licencias y suspensiones por Covid-19, la desocupación se habría incrementado a niveles cercanos al 28,5% en 2020 y al 12,5% en 2021 .
La desocupación bajó en un marco inestable. En 2021 solo el 42,1% de la población económicamente activa tenía un empleo pleno de derechos mientras que el 29,6% tenía un empleo precario, el 19,2%, un subempleo inestable y el 9,1% estaba desocupado.
Esta situación, unida al efecto de la inflación, hizo que entre 2019 y 2021 el poder adquisitivo del total de los ocupados disminuyera el 7,4%.
En 2021 la media de los ingresos mensuales del total de los ocupados fue de $50.534. Pero las situaciones son muy desiguales. Para los trabajadores con empleo pleno el ingreso medio fue de $8973 y para los que tienen un subempleo inestable fue de $18.637.
Clase media empobrecida
“En el sector formal hay pocos empleos nuevos, con salarios que poco acompañan la inflación o van a la baja. En el informal se recupera más el empleo, pero golpea más la inflación, por eso no se llega a producir un giro en la situación social”, detalló Salvia en diálogo con la prensa. “Vemos un empobrecimiento de las clases medias con capacidades de ahorro”. En cuanto a la pobreza, entre julio y octubre de 2021, el 43,8% de las personas eran pobres, mientras que el 8,8% de las personas eran indigentes. Mientras que los niveles de indigencia se encuentran en valores relativamente similares a los de la prepandemia, la pobreza por ingresos es aún superior a la que se registraba en 2019, cuando llegaba al 39,8%.
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