Ley de envases: el oficialismo negocia cambios en algunos artículos ante el rechazo empresario y opositor
El Frente de Todos conversa modificaciones con las bancadas más pequeñas para que la iniciativa se incluya en el temario.
Frente al férreo rechazo de la oposición de Juntos por el Cambio y de cámaras empresarias, los legisladores del Frente de Todos avanzan a fondo con negociaciones “con todos los sectores” con el objetivo de conseguir la mayoría necesaria para tratar la ley de envases con Inclusión Social en la Cámara baja.
El proyecto de ley, impulsado por Máximo Kirchner y la Federación de Cartoneros, establece la creación de una tasa ambiental de hasta el 3% según los materiales de los productos envasados y su facilidad para el reciclaje, y que tendrá que ser abonada por los productores responsables de estos artículos si no se hacen cargo de la recuperación.
En las conversaciones que está llevando adelante el Frente de Todos, la tasa ambiental “no está en discusión”. Sí se están negociando otros puntos de la ley que fueron cuestionados por sus detractores. Entre ellos, se busca modificar los “controles en la distribución” de los futuros recursos, la definición de “metas más específicas para el reciclado” y la creación de “sistemas de reciclaje mixto de gestión pública y privada”.
Las correcciones alcanzan a algunos de los planteos que realizó la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) al Poder Ejecutivo, junto a otros sectores empresarios de la cadena de valor.
“Estamos charlando con todos. Estamos cerca”, sostuvo uno de los dirigentes que sigue de cerca las negociaciones.
El nuevo marco normativo propuesto por el Gobierno nacional plantea la obligación para que empresas y productores utilicen envases con materiales reciclables y financien el tratamiento de sus propios residuos, en base al principio rector de la “Responsabilidad Extendida del Productor” (REP). Caso contrario, se los penalizará con la tasa a aquellas firmas que no se ajusten a la política ambiental. Los defensores de la propuesta aseguran que la alícuota no incidiría significativamente en el precio final del producto. Calculan que el impacto marginal estimado sería del 0,17% en el precio de las gaseosas, del 0,08% en aceites, y del 0,019% en latas de cervezas. Los infractores, además, tendrán costos específicos como multas monetarias variables, la suspensión o el cese definitivo de la actividad, dependiendo de los grados de incumplimiento.
En lo que respecta a fondos recaudados por la tasa, los promotores de la ley hacen el siguiente cálculo: “Si este sistema recaudara cero, significaría un éxito máximo porque estaríamos logrando reciclar el 100 x 100 de los envases”. Mientras tanto, las partidas que se generen irán a un fideicomiso administrado por la banca pública que tendrá como objetivo el desarrollar emprendimientos sociales, entre ellos, la inclusión de las cooperativas de trabajo de los cartoneros a la cadena productiva, o impulsar la valorización de los envases.
La iniciativa provocó resistencias en la mayoría de los bloques de la oposición, ya que se niegan a aprobar lo que consideran como un “nuevo impuesto” que afectará a la producción sectorial. Además de Juntos por el Cambio, los sectores más diáloguistas también tomaron distancia del proyecto, como bloque Consenso Federal y el interbloque Unidad Federal para el Desarrollo-hasta hace poco encabezado por el legislador mendocino aliado del Frente de Todos, José Luis Ramón. Estas bancadas más pequeñas advirtieron que tampoco acompañarán la normativa.
“Así como está, la mayoría de nuestro Interbloque no va a votar ese proyecto. El oficialismo sabe cuáles son nuestras críticas”, señalaron desde el sector de Consenso Federal, que preside Alejandro “Topo” Rodríguez y cuenta con tres bancas. Por su lado, el legislador Luis di Giácomo, de la fuerza provincial Juntos Somos Río Negro y que comparte el interbloque con tres diputados del Frente Renovador de la Concordia Misionero, rechazaron todo tipo de conversación. “Dijimos que nos íbamos a oponer y creo que no la presentan porque no le dan los números”, estimó.
Además de la AmCham, otros representantes empresarios como la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (Cadibsa) y la Cámara Argentina de la Industria de Productos de Higiene Personal, Cosmética y Perfumería (Alpha) plantearon diferencias. Los planteos tienen que ver con algunos de los artículos en revisión, como la flexibilización del sistema integral de gestión de residuos recicables, a fin de que se habiliten otros tipos de modelos distintos a los del proyecto, y el pedido para que se fijen “metas graduales, progresivas y razonables” de recupero a nivel nacional, entre otros aspectos.