En el debate de candidatos para las últimas elecciones legislativas, el entonces postulante y ahora diputado electo de Libertad Avanza por la Ciudad de Buenos Aires, Javier Milei, contó que todavía no se había vacunado contra el coronavirus y alegó que él evaluaba “renta-riesgo” y que no todas las vacunas estaban “bien probadas”. Sus declaraciones ocasionaron polémica y uno de los primeros en responderle fue el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien habló de una “afirmación verdaderamente errónea”.
En otras entrevistas, Milei ratificó su posición cuando ya está inoculado con las dos dosis de Sinopharm. Ayer circuló una foto suya en el momento en el que recibió la segunda aplicación, en el estadio de Vélez. La primera había sido en la Mezquita de Palermo.
“No soy antivacunas, soy re provacunas”, es la primera aclaración que hace el hombre que se sumará a la Cámara de Diputados luego de obtener 17 puntos y colocar a su fuerza como la tercera más elegida de las Generales en territorio porteño. Cuenta también los demás motivos —con un eje central en lo económico— por los que finalmente optó por inocularse, en el marco de una pandemia que ya ocasionó más de 110.000 muertos en la Argentina y arriba de 5 millones a nivel mundial.
“Aquellos que me tildaron como antivacunas quedan expuestos como mentirosos y quieren cargar el tema (de la vacunación) como una contradicción mía. En esa costumbre de poner todo en formato binario, lo más fácil para la progresía es decir que era antivacunas”, expresó.
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