El acto de cierre de campaña del oficialismo será este jueves una síntesis del volantazo que debió pegar la Casa Rosada luego de la derrota en las elecciones primarias de septiembre.
Sin gobernadores, con Cristina Kirchner en duda y sin el jefe de Gabinete, el último acto proselitista antes de los comicios en los que se jugará buena parte del equilibrio de poder para sus próximos dos años de gestión, le dará centralidad a Alberto Fernández.
Algunos de los aliados del Frente de Todos pretendían este miércoles que la cita se suspendiera mientras el dólar blue sigue rompiendo su techo y circula en las redes una convocatoria a manifestarse contra la inseguridad en las inmediaciones del predio donde hablará el mandatario este jueves.
Mientras tanto, el oficialismo cambió una vez más la estrategia sobre la marcha y volvió a modificar los planes previstos para el cierre de campaña en Merlo, en la primera sección del conurbano bonaerense. La idea original incluía la presencia de la Vicepresidenta y de los mandatarios provinciales del peronismo. Ahora tendrá, en cambio, una perspectiva ciento por ciento bonaerense. Entre los funcionarios habrá una ausencia de peso: Juan Manzur viajará a Tucumán por la mañana para supervisar el cierre en su distrito -es el presidente del PJ provincial-, atravesado por la interna con el gobernador en ejercicio Osvaldo Jaldo. Fuentes oficiales ya hablan de cortocircuitos entre el Presidente y el ministro coordinador.
El Gobierno había postergado el acto, previsto para el pasado sábado, por la histerectomía a la que se sometió la expresidenta el último jueves.
La convocatoria, pensada en Lanús originalmente, un distrito opositor de la tercera sección, se mudó al Parque Néstor Kirchner de la primera sección, en la que el oficialismo necesita recuperar votos. El nuevo auditorio está cargado de simbolismo y no solo por el nombre: allí los Fernández presentaron por primera vez en público la fórmula presidencial, en mayo 2019.
La presencia de Cristina Kirchner estaba prácticamente descartada, pero en su entorno señalan que terminaría de definirlo el jueves. Fuentes del oficialismo bonaerense que participan de la organización del acto anticiparon que la expresidenta enviaría un mensaje grabado en video. Dirigentes de La Cámpora destacan que los médicos le piden a CFK que no camine ni esté parada. Por precaución médica -es un hecho- no viajará a Santa Cruz para votar, y está en duda su presencia el domingo en el búnker del Frente de Todos, en el barrio porteño de Chacarita. “Pero ya sabés cómo es”, relativizan enseguida. Todavía hay dudas por la puesta en escena en la noche de la elección, en el complejo "C".
El Presidente, el orador central de este jueves, podrá desfilar por una pasarela que se meterá entre los 7 mil asistentes que estarán ubicados alrededor del escenario. Al fondo, habrá espacio para otros diez mil militantes, con banderas. El sindicalismo, concentrado en su propio congreso confederal, no estará presente. La movilización quedará en manos de La Cámpora, organizaciones sociales e intendentes.
Antes y durante el discurso del jefe de Estado y de los demás referentes bonaerenses del espacio habrá un despliegue de pantallas con videos y animaciones sobre los hitos de gestión del Gobierno. Victoria Tolosa Paz, primera en la lista de diputados, y Axel Kicillof, serían los oradores junto al mandatario.
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