El jefe de Gabinete busca imprimirle su sello a la dinámica oficial. Apenas aterrizó en la Casa Rosada, le avisó al presidente Alberto Fernández que no modificaría su impronta y dispuso dos medidas: acelerar los procesos internos y hacer un seguimiento más detallado del trabajo del Gabinete.
Tras atravesar los primeros 40 días, implementó un “tablero de control” para asegurar avances en la gestión de cada uno de los 20 ministerios a su cargo.
En la próxima reunión de Gabinete que encabezará el miércoles, desde las 7.30, pedirá resultados y llevará la “botonera” para seguir los avances del proceso de metas y de la gestión. “Ya les pidió informes a varios ministros”, anticiparon cerca del ministro coordinador, que impuso una nueva dinámica de trabajo en la Casa Rosada que comienza a las 7 de la mañana.
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