La movilización de ayer a Plaza de Mayo de dirigentes y militantes peronistas por el Día de la Lealtad, colonizada por las “tribus kirchneristas” y que tuvieron como estandarte los discursos abiertamente críticos de Hebe de Bonafini y Amado Boudou, entre otros, contra el propio Presidente, expuso la división en la que se encuentra inmerso el Frente de Todos.
Sin la presencia de Alberto Fernández y un día antes de la marcha de la CGT -que se reivindica como factótum del 17 de Octubre de 1945-, mostró a fuerzas que desean influir en el escenario post electoral y también dar un mensaje hacia adentro de la coalición oficial.
Después de una semana en la que desde Casa Rosada se aseguraba que “el domingo 17 no hay acto”, finalmente lo hubo con un escenario en el que se intercambiaron discursos y muestras musicales.
Las idas y vueltas sobre la celebración forzaron un comunicado forzado del jueves por la tarde del PJ en el que Alberto Fernández llamaba a movilizar a las plazas del país. Unas horas antes, camporistas como Andrés “Cuervo” Larroque anticipaban que se movilizarían el 17 de Octubre a contramano de la versión que por esas horas circulaba por Balcarce 50.
Es que la primera estrategia ideada por el jefe de gabinete, Juan Manzur, era acompañar el acto del 18 de octubre que habían programado la CGT y los movimientos sociales alineados al oficialismo.
Finalmente, el kirchnerismo terminó imponiéndose y Cristina el sábado desde el plenario de La Cámpora, en la ex Esma, convocó a la juventud a movilizarse.
Antes del festejo de ayer frente a Casa Rosada, Fernández, en su calidad de titular del PJ, dejó un mensaje grabado a la militancia donde se lo vio con el tono pausado que utiliza en sus clases de Derecho – siguiendo las recomendaciones del consultor catalán Antoní Gutiérrez Rubi, que también le había aconsejado no exponerse en actos partidarios- en el que sostuvo que “abrazamos a los que tienen dificultades para llegar a fin de mes” y en el que invitó a los militantes a celebrar “la lealtad con memoria y mirando hacia un futuro que contenga a todas y todos”.
En momentos en que los estrategas de campaña oficiales buscan recuperar votos propios y no espantar a un electorado “moderado” que supo acompañar al Frente de Todos, las imágenes que llegaban ayer desde el microcentro porteño explicaban la ausencia del jefe de Estado pese a las especulaciones que circularon durante toda la tarde sobre su eventual asistencia.
Así, se viralizaron videos que mostraban a columnas de militantes de Lomas de Zamora insultando a Mauricio Macri y a un hombre pisoteando las piedras colocadas al pie de la pirámide de Mayo para homenajear a las víctimas del Covid y arrancando fotos y pancartas alusivas.
Pese a que hubo en la Plaza integrantes del Gabinete nacional referenciados en el Presidente, como el canciller Santiago Cafiero o el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, todas las miradas se las llevaron los duros discursos de referentes del kirchnerismo que también explican la decisión de Fernández de no forzar un encuentro con la militancia.
Con Martín Guzmán reunido en Washington con integrantes del FMI tratando de acercar posiciones, hubo reclamos para que el Gobierno no acuerde con el organismo multilateral de crédito.
Nuevamente, la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, la emprendió contra el jefe de Estado: “Este acto es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda. Que lo sepa el Presidente”, al tiempo que sostuvo que “nos da mucha tristeza porque usted siempre se junta con los ricos, con IDEA, con los grandes empresarios, pero a nosotros no nos escucha ni nos mira” y recordó que “más de la mitad de los argentinos estamos bajo la línea de pobreza ¿Con qué quiere pagar la deuda?”
En tanto, el exvicepresidente Amado Boudou, condenado por corrupción, hizo un repaso de lo que consideró una “deuda ilegítima” y después hizo un reclamo hacia adentro de la coalición oficial.
“Formamos parte de un frente y es con Todos. También con nosotros es el frente. Nuestra voz también tiene que estar ahí adentro”, advirtió.
Casi en momentos en que la multitud comenzaba a desconcentrar, la CGT emitió un comunicado en el que reivindicó su rol en la “gesta” que permitió la liberación de Juan Domingo Perón 76 años atrás: “El 17 de octubre de 1945 el movimiento obrero organizado, representado por la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGTRA) se volcó masivamente a las calles, enarbolando una sola consigna: ¡Queremos a Perón!” y consignó que hoy marcharán hasta el Monumento al Trabajo, en el bajo porteño, “por la lealtad a Perón y su doctrina, levantando las banderas del desarrollo, la producción y el trabajo”.
La central obrera intentó, en última instancia, sentar posición sobre lealtades y principios, ajenos al relato del kirchnerismo, que asimila la conquista de “derechos” a los gobiernos de “Néstor y Cristina”.
Si la Vicepresidenta volvió a “peronizar” su discurso en las últimas semanas fue por las propias necesidades de la derrota electoral de las PASO: se sabe que durante sus 8 años de mandato en la primera magistratura no solía replicar precisamente la liturgia del justicialismo en sus presentaciones públicas.
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