El tribunal oral que juzga a la vicepresidenta Cristina Kirchner por las presuntas irregularidades en la obra pública que recibió el empresario Lázaro Báez resolvió que los arrepentidos del caso de los “cuadernos de la corrupción” deberán declarar como testigos en el juicio oral.
Lo hizo al rechazar el pedido de Juan Chediack, uno de los arrepentidos que pidió no ser testigos en el juicio de la obra pública. La resolución del tribunal marca un norte para otros casos.
Chediack, expresidente Cámara Argentina de la Construcción y dueño de José J. Chediack Saica, es uno de los arrepentidos del caso cuadernos que fueron citados como testigos al juicio de la obra pública.
El empresario debía declarar el martes pero pidió no hacerlo. Explicó a través de su abogado, Pablo Lanusse, que ser testigo lo lleva a exponerse a una situación de autoincriminarse.
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