María Eugenia Vidal tuvo ayer su primera actividad de campaña con Ricardo López Murphy en la Ciudad de Buenos Aires y sigue reforzando su equipo de colaboradores para tratar de ampliar el triunfo en las elecciones generales: sumó como asesor externo a
Marcos Peña, el exjefe de Gabinete de Mauricio Macri, que aportará su experiencia en cuestiones electorales.
Incluso en el entorno larretista hay quienes miran de reojo esta incorporación: creen que puede ofrecerle un flanco débil en este tramo decisivo de la campaña electoral porque le dará a sus oponentes la posibilidad de asociarla directamente con la administración de Cambiemos. Vidal, sin embargo, incorporó a Macri a la campaña porteña y lo elogió, al igual que el jefe de Gobierno.
“Marcos ya venía aportando ideas a Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta para la campaña. Mantendrá ese mismo rol y no tendrá un papel protagónico”, aseguraron en el vidalismo, donde cada vez cobra más relevancia Federico Salvai, exjefe de Gabinete de la gobernación bonaerense y un dirigente de extrema confianza de la exmandataria provincial.
Peña se mantuvo alejado de la política desde el 10 de diciembre de 2019 y a partir de entonces mantiene un perfil bajo y se dedicó a trabajos de consultoría para clientes del exterior.
Ahora, el exjefe de Gabinete de Macri ayudará a Vidal a tratar de aumentar la ventaja de casi 24 puntos (48,2% a 24,7%) que le sacó en las PASO a Leandro Santoro, del Frente de Todos, que le permitió convertirse en la precandidata más elegida del distrito porteño, con el 33% de los votos, aunque en el larretismo buscan mejorar esos números apuntalando la estrategia electoral.
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