El conflicto institucional derivado el público enfrentamiento entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner sigue sin resolverse, aunque por estas horas hay una propuesta que está siendo analizada por ambas partes y que podría habilitar la firma de un acuerdo de paz, al menos transitorio.
"Voy a ordenar el gabinete y terminar con esta discusión", le dijo al sitio kirchnerista El Destape. En ese sentido, algunos nombres que comenzaron a sonar son los de Daniel Scioli, actual embajador en Brasil, y Julián Domínguez, ex titular de la Cámara de Diputados.
Según se pudo saber, después de rechazarlo una y otra vez, el mandatario habría aceptado "entregar" a su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, una de las figuras del Gabinete más cuestionadas desde el kirchnerismo. En la ya famosa reunión del martes último en la Residencia de Olivos, Cristina no sólo volvió a pedir la salida de Cafiero sino que hasta propuso un reemplazante: Juan Manzur.
Algunos dicen que Fernández ayer le propuso el cargo al gobernador de Tucumán, quien no habría aceptado. Pero lo que es casi un hecho es que la continuidad de Santiago Cafiero en el Gabinete tiene las horas contadas.
Algo similar ocurre con el ministro del Interior Wado De Pedro, un hombre que supo ganarse la confianza de Alberto y alcanzó a desarrollar un papel preponderante en el Gabinete. Pero es incondicional a Cristina y fue el primero que puso su renuncia a disposición del Presidente, marcando la salida en masa de ministros y altos funcionarios del kirchnersimo.
Que De Pedro no continuará en el cargo es algo que ya se da por seguro, al punto que ayer hubo versiones lanzadas desde muy cerca del Presidente que ya le habían aceptado la renuncia, algo que después fue desmentido. Pero lo cierto es que esa confianza que el jefe de Estado tenía en él se rompió y el ministerio que encabeza es de suma importancia y no tiene margen para que no sea alguien que responda en todo sentido al mandatario.
Por eso, la salida de Cafiero y De Pedro, dos "pesos pesados" de ambos bandos, podría ser la llave que destrabe el conflicto que estalló tras la dura derrota del oficialismo en las PASO del último domingo.
Al mismo tiempo se dice que no serían los únicos en dejar sus cargos, que de concretarse se estaría dando lo que Cristina Kirchner venía reclamando. Y también que entre los que se sumarían, además de un gobernador, habría un representante de los intendentes del Conurbano bonaerense, donde el Frente de Todos perdió o sacó muchos menos votos que en los comicios de 2019.
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