Tembló el Gobierno, pero Fernández no cambió aún a ningún funcionario
RENUNCIAS

Tembló el Gobierno, pero Fernández no cambió aún a ningún funcionario

Los ministros que responden a Cristina Kirchner presentaron sus renuncias, pero no fueron aceptadas todavía.

Un quiebre interno desató una crisis política sin precedentes en el Gobierno, tras la derrota en las elecciones Primarias. Luego de la paliza electoral y ante la falta de cambios de figuras que resolvió el presidente Alberto Fernández, un importante bloque de ministros y funcionarios que responden al liderazgo de Cristina Kirchner pusieron a disposición del jefe del Estado sus renuncias a través de una carta pública y formal.

El presidente reaccionó a ese gesto de sus socios y aglutinó a su tropa de ministros en la Casa Rosada para hacer una demostración de fuerza. Funcionarios, gobernadores, intendentes y gremialistas salieron a respaldar públicamente a la investidura presidencial.

El primero en mover las fichas fue el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Desde su despacho en la planta baja de la Casa Rosada, el funcionario del kirchnerismo con mayor peso político dentro del Gabinete de Alberto Fernández hizo pública una carta en la que ponía su renuncia a disposición del presidente.

Lo siguieron, como un efecto dominó, el ministro de Justicia, Martín Soria; el ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; la titular del PAMI, Luana Volnovich, y la directora de la Anses, Fernanda Raverta; el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié; el ministro de Cultura, Tristán Bauer y la secretaria de Comercio, Paula Español. Solo algunos lo hicieron por carta. Pero todos ellos son de La Cámpora o responden al liderazgo de la vicepresidenta.

Hasta anoche el jefe del Estado aún no había resuelto la situación de los funcionarios (un ministro adelantó que ayer no habrían definiciones), aunque desde su círculo de confianza fueron lapidarios con el kirchnerismo duro y La Cámpora. “Está todo roto”, confió uno de los hombres de máxima confianza del presidente. De Pedro ya había salido de Balcarce 50 para encontrarse con Cristina.

Por la tarde, cuando la crisis interna ya había derivado en una atmósfera de inestabilidad institucional, los voceros de la expresidenta buscaron tender un puente con la Casa Rosada. Dieron a conocer que Cristina Kirchner se había comunicado con el ministro de Economía, Martín Guzmán —uno de los principales apuntados por las críticas del kirchnerismo— para decirle que ella no estaba detrás del pedido de renuncia.

Con un efecto en cadena, luego del impacto que generó que algunos funcionarios hicieran públicas sus propuestas para abandonar el Gobierno, otros, como Victoria Donda (Inadi), Martín Sabbatella (Acumar) y Pablo Ceriani (Aerolíneas Argentinas), salieron a decir que también lo habían hecho de forma verbal. Y que, en rigor, todos están a tiro de decreto del presidente.

Pero las renuncias “a disposición” de los funcionarios kirchneristas difundidas públicamente se leyeron en Casa Rosada como un contundente mensaje interno y un planteo conjunto y sorpresivo a Fernández, que se resiste al recambio de figuras en el Gabinete.

En medio de un clima de enorme tensión y hermetismo, el presidente mantuvo una extensa reunión en la Casa Rosada con Santiago Cafiero, su jefe de Gabinete, y todos los ministros que no renunciaron. Estuvieron Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Claudio Moroni (Trabajo), Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Matías Lammens (Deportes y Turismo), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Felipe Solá (Cancillería), Sabina Frederic (Seguridad), Cecilia Todesca (vicejefa de Gabinete) y Carla Vizzotti (Salud) y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, entre otros. Un rato después, el mandatario recibió en su despacho, a solas, al exministro Aníbal Fernández, lo que desató un fuerte rumor sobre su eventual desembarco.

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