El próximo miércoles 1 de septiembre los empleados civiles de la Administración Pública Nacional deberán volver a sus lugares de trabajo, con una modalidad de “presencialidad programada, por burbujas”, según como resuelva cada organismo público, ya sea con presencialidad total o por alternancia de días o semanas.
Se estima que más de 100.000 empleados públicos volverán la semana que viene al trabajo presencial, en una decisión de la Secretaría de Empleo Público, que depende del jefe de Gabinete Santiago Cafiero, y tiene el respaldo de los gremios nacionales del personal estatal.
“Estamos plenamente de acuerdo con la vuelta al trabajo presencial. En cada lugar de trabajo se van a armar burbujas para que se vayan turnando, en función del espacio físico de cada repartición”, dijo a Andrés Rodríguez, secretario general de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN).
Hugo Godoy, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) también planteó: “Estamos trabajando para garantizar que sea progresiva y consensuada la vuelta a la presencialidad, garantizando la vacunación para los que todavía no están vacunados y la aplicación de protocolos de acuerdo a la infraestructura de cada lugar”. El 1 de septiembre comienza el plan de regreso a la presencialidad del sector público nacional. Y ese día el Gobierno volverá a registrar la asistencia del personal con el sistema biométrico de control del presentismo, que estuvo sin funcionar desde que arrancó la pandemia de coronavirus en la mayoría de los lugares de trabajo.
Poco más del 40% de los empleados públicos civiles tienen actualmente un esquema de presencialidad, pero no es homogéneo, porque hay lugares donde va casi el 100%, como Anses, Migraciones o Aduana, mientras que en otros lugares el porcentaje es muy bajo, explicaron desde la Jefatura de Gabinete.
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