Paola María Isabel Moyano, segunda hija de Hugo Moyano y exmujer del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, gastó casi 200 mil dólares para volar en un jet privado a Miami con su hijo, su nuera y su nieto.
El lunes a las 22.33 de la noche despegó de San Fernando en un Learjet 60 matricula LV-FUT con destino a Asunción del Paraguay. Esa es la constancia que quedó en la ANAC y en Migraciones, según pudo constatar Verdad/Consecuencia. Pero el aterrizaje en Asunción fue solo una escala: apenas una hora y media después se subió a otro avión, aún más grande y lujoso, un Gulfstream 400 matrícula LV-JQW que la depositaría en el verano: a las 8.38 de la mañana del martes, después de descansar en las butacas convertidas en cama de la nave, llegó a Fort Lauderlade.
La hija del sindicalista llevó de paseo a Matías Tapia, su hijo de 25 años y presidente de Barracas Central, el club que solía comandar su padre y que lo consolidó como el dirigente más joven de la actualidad en el fútbol. Antes de llegar a la presidencia de la entidad jugó al fútbol como defensor en esa misma institución.
Los vuelos fueron operador por Baires Fly, una de las compañías de aviación privada argentina. El pago del servicio, que rondó entre los U$S 170.000 y los U$S 180.000 de acuerdo a diversas fuentes del sector, abre una nueva incógnita en torno al financiamiento de estos vuelos de lujo que trepan a cifras exorbitantes.
Paola Moyano ya había sido el centro de un escándalo por lujosas vacaciones en Miami en 2019 mientras su padre Hugo protagonizaba un paro general. Ahora, en medio de la pandemia, contrató un avión de lujo que le permitió total autonomía de vuelo entre Asunción y Fort Lauderlade. Sin embargo se desconoce con qué fondos afrontó el pago del viaje.
En aquel viaje a Miami de 2019, la mujer disfrutó de unas lujosas vacaciones en los Estados Unidos. Se hospedó en un hotel cinco estrellas y navegó en un yate que costó 20 mil dólares por día más gastos adicionales. El informe de Periodismo Para Todos (PPT) reveló que lo hizo mientras Hugo Moyano lideraba una huelga general contra las políticas económicas del Gobierno de Mauricio Macri.
En medio de este último viaje a los Estados Unidos, crecía la tensión entre su exmarido y los Moyano. Los socios e hinchas del Club Atlético Camioneros habían convocado a una marcha a la AFA en protesta de una serie de arbitrajes que habrían perjudicado al club. Pero a través de un comunicado publicado en las redes, Pablo Moyano pidió responsabilidad social por la pandemia y desactivó la movilización.
Tapia atraviesa un delicado momento al frente de la AFA: tras la separación con Moyano, perdió el apoyo de esa familia y está en la mira por una serie de contratos firmados por la AFA durante su gestión. Uno es el convenio que se firmó con la empresa Metro World Digital S.A. por los derechos digitales de la Asociación del Fútbol Argentino. Esta firma fue nombrada como agente digital exclusivo de la AFA.
El hombre detrás de esta firma es Carlos Varela, reemplazante de Tapia en Barracas Central. “Es alguien de mucha confianza del presidente de la AFA”, había detallado Jorge Lanata tiempo atrás. Entre otras firmas, Varela es propietario de Transur, dedicada a la recolección de basura, con vínculo a la actividad extrafutbolística de Tapia, ya que es vicepresidente del CEAMSE.
El contrato entre la AFA y Metro World Digital le da derecho a esta firma a desarrollar aplicaciones para la AFA, sitios, cuentas en las redes y servicio de apuestas online.
La gestión de Tapia también está en la mira por la firma de los convenios con las empresas World Eleven, World Eleven Sport y Cellbank SA, a cambio de la explotación de los “institutos tecnológicos de la AFA”. El empresario detrás de esta negocia es Guillermo Tofoni. El convenio iría desde 2022 hasta 2030. Tofoni fue mencionado en la causa FifaGate pero no procesado.
Por estos convenios, semanas atrás las oficinas de la AFA fueron allanadas por efectivos de la Policía Federal Argentina en el marco de una causa que investiga una supuesta “defraudación y lavado de dinero”. La medida fue solicitada por el fiscal Eduardo Taiano.
El expediente se inició a raíz de una denuncia de la diputada Graciela Camaño, que también mencionó en su acusación a Jonatan Sanzi, que supuestamente habría pedido una coima de US$ 100.000 a la empresa Cellbank, que estaba interesada en asociar su imagen a la del seleccionado argentino. Sanzi es dirigente del futsal de Barracas Central.
Además de Tapia, la denuncia por “administración fraudulenta y lavado de activos” alcanza al expresidente de Nueva Chicago Daniel Héctor Ferreiro -ahora distanciado del mandamás de la AFA, el dirigente de Barracas Central Yonatan Sanzi y los empresarios Guillermo Tofoni y Carlos Varela por unos convenios firmados a partir de 2017 entre la casa de la calle Viamonte 1366 y las empresas “Cellbank S.A.”, “Metro World Digital S.A.”, “World Eleven S.R.L.” y “World Eleven Sport S.A.”.
Pero los dolores de cabeza de Tapia no terminan allí. Si la Inspección General de la Justicia (IGJ) hace lugar a la denuncia sobre las irregularidades en la asamblea virtual que hace diez meses desembocó en su reelección “por aclamación”, Tapia tendrá que volver a pasar por las urnas para renovar su mandato. Pero no la tendrá nada fácil.
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