Cómo impactaría un nuevo cierre estricto en la economía argentina
LA HOTELERÍA Y EL TURISMO, LOS SECTORES MÁS AFECTADOS

Cómo impactaría un nuevo cierre estricto en la economía argentina

Todavía golpeada por la extenuante cuarentena del año pasado, la economía argentina no soportaría nuevos cierres de actividades. Incluso, no habría siquiera margen para avanzar con restricciones focalizadas o nocturnas como las que se analizan por estas horas. La conclusión se desprende de un reciente informe de la consultora Consultatio, según el cual medidas de ese tipo serían “desestabilizantes” para diferentes sectores.
Según la escala de riesgo que elaboró la consultora, la hotelería y el turismo se encontrarían en alerta roja; seguidos por el comercio, la construcción y el transporte (en alerta naranja); y la educación, la industria y el sector público (en alerta amarilla). Entre todos estos sectores suman casi la mitad del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, que se vería comprometido con mayores restricciones a la economía.
Algo que, sostienen los analistas económicos, la Argentina no se podría permitir. Más cuando el desplome del PBI en 2020 -de un 9,9 por ciento- fue apenas un punto menor que la caída de 10,9 por ciento registrada en 2002, cuando el país empezaba a transitar el camino de salida de la gran crisis de 2001.

Volver a Fase 1 sería “imposible”

Por eso, los consultores están atentos al impacto que una nueva ola de coronavirus y la gestión de otra eventual cuarentena podrían tener sobre la actividad. En ese sentido, desde Consultatio consideraron que un retorno a la “Fase 1” resulta “prácticamente imposible por dos motivos: el Gobierno no cuenta con el apoyo político necesario y la situación económica es hoy mucho más delicada. Lo que sí es muy probable es que se sigan tomando medidas ‘sectorizadas’ que apunten a disminuir la circulación. De hecho, en Chile, Brasil y Uruguay la movilidad es hoy bastante inferior a la del cuarto trimestre de 2020, pero en Argentina sigue siendo igual o incluso superior”, advirtieron.
Para los analistas, “esta posibilidad tiene un impacto macro muy claro. El golpe en la actividad podría no ser dramático, pero sí costar entre 0,5 y 1,5 puntos de crecimiento para este año respecto de nuestro escenario base, lo que acabaría derivando en un déficit fiscal mayor en 0,9% del PBI “, debido a menores ingresos y mayor gasto. 
Frente a este escenario, el informe de Consultatio estimó “lógico que la monetización del déficit sea 1,6 punto del PBI mayor -tanto por el mayor déficit como una menor refinanciación de vencimientos-, lo que implicaría una presión mayor sobre la brecha” o la alternativa de “una necesidad de venta de reservas mayor para controlarla”, estimada entre los 500 y los 1.000 millones de dólares.

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