Preparan más restricciones para contener la segunda ola
El Presidente estudia reducir al mínimo los vuelos al exterior; establecer mayores controles en pasos fronterizos y un riguroso seguimiento a quienes vuelven al país.
Desalentar el turismo, la reducción al mínimo posible de los vuelos al exterior, endurecer los controles para que quienes regresan al país cumplan con la cuarentena y los tests de PCR obligatorios y minimizar los cruces fronterizos con Brasil y Bolivia con el apoyo de Gendarmería y Prefectura. Esas y otras restricciones estarán en el nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia que el presidente, Alberto Fernández, piensa firmar en los próximos días con el claro objetivo de contener la segunda ola del coronavirus que cuya amenaza -coinciden los infectólogos- se cierne inminente sobre la Argentina.
Las medidas de control y prevención que el jefe de Estado piensa implementar mediante ese decreto incluirían, entre otras, que todos los turistas argentinos que regresen al país deberán pasar la cuarentena en hoteles que correrán por su cuenta, como ya sucede en Canadá. También, al pisar Ezeiza el pasajero deberá costear su hisopado.
El DNU en proceso establecerá además un estricto control del turista en cuarentena a través del cruce de información y de la colaboración entre las fuerzas de seguridad de la Nación y las provincias.
Asimismo, se reducirán al mínimo las frecuencias de vuelos al exterior, mientras que Gendarmería Nacional y las fuerzas de seguridad provinciales se encargarán de controlar el flujo informal en las fronteras argentinas con Bolivia y Brasil.
Este DNU, que el Presidente piensa firmar mañana, sería el punto de partida de la flamante estrategia del Gobierno contra la eventual segunda ola de Covid-19. Una estrategia que surge en medio de la escasez de vacunas, mientras se espera por el arribo de una nueva partida de Sputnik V desde Moscú -el vuelo aterriza esta tarde- y a la vez que se aguardan tres millones de dosis chinas de Sinopharm que todavía no se pueden aplicar a los grupos de riesgo de mayores de 60 años.
Fernández avanzó con las nuevas medidas luego de leer el pormenorizado informe “Mutaciones del Covid-19, pasado, presente y futuro”, que elaboró Sharon Peackock, consejera científica del primer ministro británico Boris Johnson.
Entre otras cuestiones, el texto que leyó el Presidente advierte que el virus “se multiplica más fácilmente en los adultos mayores por tener éstos un sistema inmune debilitado” y por eso mismo debe privilegiarse a esta población con la vacuna (además del personal de salud de 1ª línea).
Alerta además sobre la cepa de Manaos, “que hace al virus más agresivo y contagioso”, para después sugerir planificar la vacunación con un intervalo de 3 meses entre ambas dosis. Y que, como se hizo en el Reino Unido con la vacuna de AstraZeneca, se vacune a la mayor cantidad posible de gente con una sola dosis, comenzando con los mayores de 80 años. “Así, en dos meses se vacunaron en el Reino Unido 24 millones, la mayoría con una dosis, y los casos se redujeron significativamente más del 80 por ciento”, concluye el estudio que resulta clave para entender la idea que gana terreno en la Rosada: aplicar una sola dosis de la Sputnik V.