En una presentación con visos electorales, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y el auditor General de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, participaron hoy de una conferencia en la que plantearon alcanzar un aumento del trabajo formal a través de la flexibilización de las condiciones laborales, delegar en los sindicatos la administración de los planes sociales y que estos no duren más de seis meses. En otras palabras, abogaron por una reforma laboral y el fin del asistencialismo en manos del Estado. Las declaraciones se hicieron en el marco de la conferencia que constituyó la Confederación de Trabajadores y Empleadores (CTE), bajo la consigna “Menos planes, más trabajo”, de la cual participaron la exministra de Seguridad y el excompañero de fórmula de Mauricio Macri junto con representantes de gremios y cámaras empresariales.
Planes sociales
La presidenta del Pro embistió de lleno contra los planes sociales y el asistencialismo: “Hay que volver a la sociedad salarial y no asistencial: los planes sociales tienen que durar seis meses y, luego, de vuelta a trabajar”.
Reclamó, además, que sean los sindicatos y no las organizaciones sociales los que manejen los planes de ayuda. “Cuando un trabajador pasa de ser un metalúrgico a estar desempleado y depender de la organización social, pierde el lazo con su empleo”, aseguró Bullrich. “El papá fue metalúrgico, el hijo es planero”, agregó. “En vez de seguir teniendo su identidad trabajadora, se convirtieron en piqueteros”.
Pichetto hizo, al igual que Bullrich, énfasis en que se debe terminar con el “el pobrísimo”. Concluida la conferencia, abundó: “Hay que derrotar la visión de la Iglesia Católica que cree que el plan ayuda a los pobres, que el gasto estatal es lo conveniente para el país”.
“La visión del Papa de que la Argentina tiene que ser más pobre para ser más justa es una derrota cultural”, agregó.
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