Martín Guzmán economia
Martín Guzmán
TENDENCIAS ECONÓMICAS

Nuevas medidas, más dudas

En el mercado y los negocios, el campo y otros sectores productivos, los anuncios del jueves último del Ministro Martín Guzmán fueron recibidos con escepticismo y escasa credibilidad: un conjunto de medidas poco trascendentes, un “paquetito” que no convenció frente a la enorme crisis y que validaron solo un reducido grupo de empresas beneficiadas (complejo sojero y mineras). Un informe financiero distribuido al día siguiente de los anuncios, entre los más respetados del sistema bancario y bursátil, señala en uno de sus párrafos: “Para nosotros es improbable que este paquete cambie sustancialmente la dinámica reciente. Las expectativas del mercado se deterioraron muchísimo con el endurecimiento del cepo de mediados de septiembre y para nosotros con razón, como dijimos en su momento.
Nuestra impresión es que lo de ayer (por el jueves 01/10) llega un poco a destiempo (por que no será sencillo revertir el malhumor reciente del mercado) y no es lo suficientemente contundente (por ejemplo: ni la baja de retenciones ni la suba de tasas son pronunciadas). Puesto en otras palabras, creemos que estas medidas no alcanzarán para que el Banco Central deje de perder reservas netas en el camino hacia la cosecha 2021.”
Tras estos anuncios y los dramáticos datos de pobreza publicados por el Indec, la administración de Alberto Fernández tiene cada vez menos espacio para improvisar en esta materia. El equipo económico al menos, juega su última bala: tiene la presión de que si no logra resultados, detiene la sangría de reservas y frena una mega devaluación, tendrán que hacer las maletas y el Presidente un recambio de funcionarios. Miguel Pesce y Martín Guzmán siguen enfrentados, pero ambos dieron una pobre imagen y escasa convicción en los sucesivos anuncios: el supercepo a mediados de septiembre uno y la semana pasada con una baja de retenciones irrelevante el otro. Las decisiones que se adoptaron en Olivos días antes, fueron mezquinas: quedaron a mitad de camino, y con un laudo intermedio entre las distintas posiciones de Alberto F., quizás para no desahuciar a Guzmán como ocurrió con el supercepo.
A pesar del relato oficial, no hubo contacto ni los anuncios fueron concensuados con los sectores involucrados. El viernes, el debut del miniplan fue decepcionante.
El Banco Central siguió perdiendo reservas, los retiros de depósitos de los bancos no se detuvieron y subieron la brecha cambiaria. La cotización del “blue” y el contado con liquidación rozaron los 150 pesos. La meta que habían imaginado en Economía y el BCRA era de ingresos por 6.000 millones de dólares del sector agroexportador en los próximos meses. Luego la cifra fue recalculada a unos 3.000 millones. La verdad es que no hubo bases sólidas para estos supuestos, solo la imaginación de los funcionarios. El campo tendría en unas 17.000 toneladas de soja en guarda. Es una cifra razonable para esta época del año ¿Por qué motivo se
desprenderían de este activo en dólares por pesos, por una baja temporaria de 3 puntos de las retenciones?
La ganancia real sería apenas del 1 por ciento. Luis Basterra, el Ministro de Agricultura, con un rol
trivial de su cartera, abrió la polémica con el campo en simultáneo con los anuncios. ¿Qué habrá pasado por la cabeza del funcionario, que combatiendo al campo vencería su desconfianza?
Los fallidos no terminaron con este episodio. Ciara que agrupa a los agroexportadores, comunicó que la baja de retenciones era insuficiente. Y para completar la jornada, no pudieron operar por la demora oficial en actualizar los valores establecidos por el miniplan. Esperaban y habían hablado de bajas importantes en la retención a la soja. Martín Redrado, eterno candidato al ministerio de Economía, fue consultado por Olivos a instancias de Sergio Massa, hoy titular de la Cámara de Diputados con aspiraciones a llegar a la Jefatura de Gabinete. El economista sugirió bajar a cero o un valor sustancial las retenciones para incentivar a una venta masiva de los productores de soja y recomponer las reservas del Banco Central. Primó otro criterio, el fiscalista.
La vice jefa de Gabinete, Cecilia Todesca, cuestionó la propuesta de primero bajar los impuestos. La expectativa y las inconsistencias de los anuncios no se detienen en el capítulo de las retenciones. En el mercado siguen mirando la cuestión fiscal y advierte de la enorme emisión monetaria.
Un año atrás, la base monetaria era de 1.300 mil millones de pesos y en los últimos 12 meses el Banco Central giró 2.000 mil millones. El Presupuesto 2021 que se presentó en Diputados promete otros 1.800 mil millones de pesos en los próximos 15 meses.
Los Bonos Link que ofrece el miniplan como novedad, restringe la emisión en lo inmediato, pero las convierte en otra bola de nieve para adelante.
Puede que sea inevitable una parte significativa de esa emisión por la pandemia y la insolvencia del Estado, pero no se puede pretender como sostienen algunos en el Instituto Patria y Olivos, que resulte innocua. En el mercado dicen que es ineludible “una corrección”; en otros términos, están esperando una devaluación que consideran una cuestión natural y de “timing”. No sería inminente, pero dada el nivel alarmante de reservas que dispone el Banco Central y la inoperancia del equipo económico, ocurriría más pronto que tarde. El miniplan podría contener esas expectativas por algún tiempo, pero no podría evitar esa corrección cambiaria.

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