Mientras la renegociación de la deuda ingresa en la recta final, el Gobierno comenzó a analizar la posibilidad de realizar algunas modificaciones de tipo legales a la propuesta oficial, en tanto que no se descarta que el plazo pueda extenderse dos semanas más.
Puntualmente, son los abogados que representan al país los que empezaron a estudiar una serie de cambios legales, algo que el propio presidente Alberto Fernández se mostró permeable de realizar para lograr convencer a los grupos de bonistas más radicalizados que todavía no aceptaron la oferta. Lo que no está dispuesto a cambiar es la propuesta económica, de 53,5 dólares por cada lámina de 100 dólares.
Uno de los puntos sobre los que se comenzó a trabajar es el de modificar los mecanismos de de reasignación de los bonos y la utilización de la estrategia Pac-Man, algo que los acreedores más reacios ven con malos ojos y creen que el Gobierno podría utilizar, lo cual considerarían como algo de mala fe.
Mientras la cláusula de reasignación permitiría a las autoridades agrupar las series de bonos que más le convengan para lograr las mayorías, la otra estrategia consiste en que ante una nueva oferta superadora en el futuro el Gobierno podría arrastrar a los bonistas que no aceptaron porque para ese entonces contaría con el aval de los que ingresaron en el primer canje.
Los bonistas tienen como referencia lo hecho por Ecuador, que se autolimitó en ambas cuestiones para darle mayor transparencia al proceso de renegociación.
Mientras tanto, en los próximos días el Gobierno lanzaría el canje de deuda emitida bajo ley local, el cual en el plazo de dos semanas sería aprobado por el Congreso.
Y en ese contexto es que en el ministerio de Economía no descartar la posibilidad de extender dos semanas más después del plazo establecido.
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