El espionaje ilegal desplegado en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza no se limitó a las escuchas de los exfuncionarios y presos detenidos, sino que incluyó además la filmación o toma de imágenes de los reclusos en las celdas y en la sala de visitas. En ampliación de su denuncia ante el relator especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el abogado Alejandro Rúa, defensor de Amado Boudou, cuenta que del expediente que tramita en los juzgados federales de Lomas de Zamora surge cómo fueron filmados y fotografiados los presos incluidos en el Programa de Intervención para la Reducción de los Índices de Corruptibilidad (Iric).
El nuevo escrito de Rúa es una ampliación de la denuncia inicial presentada ante el relator de DD.HH. de la ONU sobre Independencia de Magistrados y Abogados, Diego García Sayán, en la que ya dejó constancia del espionaje ilegal llevado adelante por un grupo de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la conducción de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, en donde amparándose en la necesidad de monitorear al narcotraficante detenido, Mario Segovia, consiguieron una orden judicial con la que luego “cablearon” los Pabellones C y D y el Módulo 6, para ampliar las escuchas a todos los presos allí detenidos. “La inteligencia penitenciaria utilizó además ‘elementos ocultos de filmación o toma de imágenes’ para la ‘vigilancia electrónica por medios fílmicos con audio’ en ese penal (‘incluso en el interior de las celdas de alojamiento’ o ‘en forma encubierta’ hasta ‘en el salón de visitas’), y aquello necesario para la obtención de ‘copias de la información.
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