CRIMEN DE VILLA GESELL

La patada en la cara a Fernando Báez corresponde a la zapatilla de Thomsen

La zapatilla ensangrentada encontrada en la casa que alquilaron en Villa Gesell los diez rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche pertenece a Máximo Thomsen, principal imputado por el crimen.
Así se desprende de los resultados de una pericia scopométrica realizada por expertos de la Policía Federal para identificar cuál había sido la zapatilla con la que fue pateado ferozmente en la cabeza Báez Sosa, de 18 años.
La pericia se conoció ayer, apenas horas antes de que se cumplan seis meses del brutal crimen "en manada".
Los resultados vinieron a confirmar lo observado en videos grabados con teléfonos celulares en la fatídica madrugada del 18 de enero frente al boliche Le Brique.
En esas imágenes se observaba al exjugador del CASI y de Arsenal de Zárate usando un calzado similar y pateando a la víctima tendida en el piso.
La zapatilla de lona negra marca Cyclone peritada fue encontrada por policías de la DDI de Villa Gesell en la casa alquilada por los rugbiers y estaba manchada con sangre.
Las pericias scopométricas sobre los calzados de los rugbiers detenidos por el asesinato comenzaron el pasado 29 de mayo en el laboratorio de la Policía Federal​ en Mar del Plata.
El objetivo fue cotejar las huellas de las zapatillas secuestradas a los acusados con una marca hallada en la cara de Báez Sosa, y a partir de esa comparación, determinar a su vez a quién de ellos pertenecía el calzado.
Para poder completar el peritaje, la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 gesellina, ordenó la toma de nuevas huellas plantares de los ocho rugbiers detenidos.