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CUMBRE EN OLIVOS

Buenos Aires, en el foco de la nueva fase de cuarentena

Fernández, Kicillof y Rodríguez Larreta consensuaron el tramo siguiente de aislamiento hasta el domingo 7 de junio.

El presidente Alberto Fernández se reunió ayer con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para analizar la evolución del
aislamiento social preventivo y obligatorio dispuesto por la pandemia de coronavirus.
El encuentro comenzó pasadas las 19 en la residencia de Olivos, donde los funcionarios determinaron cómo seguirá la cuarentena en el área metropolitana Buenos Aires, donde se produce la mayor circulación del virus y el número más elevado de contagios.
El aislamiento social fue decretado el 20 de marzo y prorrogado en sucesivas oportunidades, con una fase actual vigente hasta el próximo domingo.
Antes de la reunión con Kicillof y Rodríguez Larreta, el Presidente mantuvo un encuentro en Olivos con referentes sociales de los barrios populares porteños, quienes acercaron reclamos sobre la situación en los comedores, la falta de agua potable y la necesidad del cumplimiento del protocolo para casos sospechosos, entre otros puntos, según indicaron fuentes oficiales.
Fernández, por su parte, se comprometió a trasladar esos planteos a Rodríguez Larreta, quien asistió a la reunión acompañado por el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós.
De ese encuentro se desprende la decisión del Gobierno nacional de poner en marcha “inmediatamente” políticas públicas en los barrios populares de la ciudad de Buenos Aires para evitar que se potencien los contagios por coronavirus.
“Sé que tienen problemas y vamos a ayudar a resolverlos, quiero que los que están sufriendo no sufran más”, se comprometió Fernández, que sostuvo que “Argentina fue un país distinto cuando le dimos derechos a la gente. Y fue muy distinto cuando se los sacaron”.
Según se informó en un comunicado, en este encuentro el Estado nacional decidió poner a disposición un edificio cercano al barrio Padre Mugica con 700 camas, que servirá como espacio de aislamiento, así como también la realización de testeos.
Los referentes sociales expusieron un informe pormenorizado sobre la situación en los barrios populares y valoraron el espacio de diálogo “hacia adelante” como “un puente más para frenar lo que está pasando”, al tiempo  que se comprometieron a “sumar” y ser “propositivos”, según el mismo comunicado.
Los referentes hicieron hincapié en el derecho al acceso al agua potable, la distribución de alimentos, el subsidio para la compra de garrafa, el riesgo eléctrico con el que conviven y el aumento de los casos de dengue.

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