Pese al decreto del Gobierno nacional prohibiendo por dos meses los despidos, empresas de diversas dimensiones y rubros dispusieron la cesantía o suspensión de cientos de empleados. En otros casos, resolvieron recortar salarios o pagar en cuotas para afrontar la crisis.
Desde grandes automotrices y constructoras hasta pequeñas pymes e importantes firmas de venta de electrodomésticos decidieron tomar duras medidas contra el personal para afrontar el parate económico que significó la cuarentena por la pandemia del coronavirus.
"Los despidos no se han concretado ni se van a concretar", había asegurado el presidente Alberto Fernández un par de días antes del decreto, pero más allá de la advertencia se desató una fuerte cantidad de despidos y suspensiones, en conjunto con recortes de salarios.
El puntapié inicial lo dio el poderoso grupo empresario Techint, cuando en plena cuarentena desafectó a 1.450 empleados, aunque el Ministerio de Trabajo dispuso este lunes la conciliación obligatoria por 15 días para frenar el conflicto.
El mismo día de entrada en vigencia del decreto, el primero de abril, una constructora de capitales chinos cesanteó a 200 obreros que trabajaban en el parque eólico Vientos de Miramar, el cual se construye en esa localidad de la Costa Atlántica.
La automotriz General Motors, ante la brusca caída en las ventas y la situación generada por la pandemia, extendió durante todo abril las suspensiones de los 1.500 empleados que tiene en la planta ubicada en el sur de Rosario.
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