El Gobierno armó un paquete de 500.000 millones de pesos para tratar de mitigar el impacto negativo del coronavirus en la economía. Los anuncios tuvieron lugar ayer en la Casa Rosada, donde los funcionarios desgranaron medidas para aliviar a jubilados, beneficiarios de planes sociales, pymes y actividades perjudicadas por el COVID-19, como el turismo y el entretenimiento. El paquete económico también comprende un relanzamiento de programas destinados a dinamizar la alicaída industria de la construcción.
En forma paralela, el Gobierno fijará precios máximos para productos que son objeto de “abuso y especulación”, como el alcohol en gel y los barbijos; y controlará que no se corte el abastecimiento de alimentos y elementos de higiene.
Los anuncios estuvieron a cargo de los ministros que conforman el Gabinete económico. Con Martín Guzmán a la cabeza, comunicaron las medidas Matías Kulfas (Producción), Daniel Arroyo (Desarrollo Social) y Alejandro Vanoli (ANSES).
“Estamos tomando medidas sin precedentes. Nos queremos asegurar que la economía va a funcionar”, dijo Guzmán en la sede gubernamental.
Sin aceptar preguntas por parte de la prensa, el Gobierno aplicó ayer un estilo de comunicación de crisis. Al mediodía, las primeras medidas anunciadas fueron para los jubilados y los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por Embarazo (AUE). En total, se destinaron 27.560 millones de pesos para financiar bonos que serán pagados a estos sectores antes de fin de mes.
Para los jubilados y pensionados que cobran la mínima, habrá una suma adicional –por única vez- de 3.000 pesos. La misma cantidad será destinada a beneficiarios de planes sociales –de programas como Hacemos Futuro-, mientras que aquellos que reciben la AUH y la AUE tendrán un bono de 3.100 pesos, que duplicará lo que habitualmente cobran por esos beneficios.
El Gobierno informó que se otorgará un bono extraordinario para llevar las mínimas a 18.892 pesos, lo que impactará en el 63% de los jubilados y pensionados.
Arroyo y Vanoli anunciaron además un refuerzo de la asistencia alimentaria, un cambio en la modalidad de entrega de la tarjeta Alimentar y una eximición de pagos durante abril y mayo de los créditos de ANSES.
“Las medidas buscan preservar los ingresos de “la población más pobre, del 40 por ciento de informalidad laboral, de los que tienen dificultades”, dijo Arroyo. El ministro de Desarrollo Social anticipó, en la misma línea, que se van a crear unidades ejecutoras de bancos de materiales para obras de infraestructura en escuelas, clubes barriales y viviendas precarias.
Al caer la tarde, en tanto, desembarcaron en la sala de conferencias de la Rosada los ministros Guzmán y Kulfas. Ambos detallaron la parte más significativa del paquete económico, por los montos de financiamiento. Por caso, anunciaron que habrá una asistencia financiera para las pymes por 350.000 millones de pesos. Y un plan de obras públicas por otros 100.000 millones.
Entre las medidas que desgranó Guzmán se destacó una exención del pago de contribuciones personales para sectores afectados en forma crítica por la pandemia, como el turismo, la hotelería, el transporte de pasajeros, la gastronomía y el entretenimiento. El ministro también anunció un refuerzo para el Seguro de Desempleo, aunque no precisó montos ni plazos.
Para dinamizar la obra pública, que está paralizada por la recesión, el Gobierno relanzará el plan Procrear para la construcción de viviendas (por 100.000 millones de pesos) e instrumentará una “línea rápida” para pequeñas refacciones y mantenimiento de hogares, por otros 30.000 millones.
A su vez, Kulfas advirtió que habrá un incremento de la fiscalización para “evitar abusos y prácticas especulativas” y anticipó que se dispondrán precios máximos “retrotraídos al 6 de marzo y por 30 días, para 50 productos” de la canasta básica.
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