El presidente Alberto Fernández centrará su discurso del próximo 1° de marzo, cuando abrirá las sesiones ordinarias del Congreso, en dar un "diagnóstico" acerca del estado general en el que recibió la Nación y en lo que será su gestión de gobierno de cara al "futuro", pero evitando la confrontación directa con la oposición.
"El mensaje va a tener como eje “diagnóstico y futuro”. Va a hacer un análisis del estado de la Nación, que está en terapia intensiva, sin caer en el discurso de la pesada herencia", indicaron fuentes de Casa Rosada. En ese marco, precisaron que "la idea no es confrontar" sino "contar en detalle cómo recibió el Estado" el pasado 10 de diciembre.
Además, destacaron que "la premisa" del Gobierno nacional es gestionar con "austeridad", dado el "terrible escenario que dejó la gestión (del ex presidente Mauricio) Macri".
Deuda, reforma judicial y jubilaciones
Respecto de las temáticas que el Presidente incluirá en su discurso, fuentes gubernamentales señalaron que el mismo tendrá como temas principales "la renegociación con los acreedores de la deuda, la reforma judicial y la nueva fórmula (de movilidad de) las jubilaciones".
En ese sentido, relataron que actualmente el sistema jubilatorio tiene un porcentaje de "tres trabajadores activos y dos pasivos, lo que representa un aporte y medio por cada jubilado". Por lo tanto, consideraron que "hay que realizar una revisión integral y profunda del sistema", ya que "hoy se nutre de aportes del Tesoro" de la Nación.
Además, afirmaron que "aún no hay ningún borrador" de lo que va a ser el discurso final del Presidente, quien para su elaboración cuenta con el "aporte de ideas" del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
De esta manera, todas las fuentes consultadas coincidieron en que el jefe de Estado continuará elaborando el texto "hasta último momento", dado que desea ser "lo más preciso posible respecto de la situación heredada y de los pasos a futuro".
COMENTARIOS