A casi dos años y medio de la clausura del tramo de la ruta nacional 7 sobre La Picasa, debido al desborde de la laguna, el Gobierno habilitó esta mañana –como anticipó Democracia, en exclusiva- el tránsito vehicular sobre este corredor bioceánico, más precisamente entre las localidades de Diego de Alvear y Aarón Castellanos.
Se trata de un tramo de 11 kilómetros, ubicado al sur de la provincia de Santa Fe, que desde febrero de 2017 permanecía cerrado al paso como consecuencia del desborde de ese espejo de agua que cubrió la cinta asfáltica y destrozó el pedraplén.
Desde hoy, los automovilistas pueden circular hasta un máximo de 80 km por hora, mientras que los camiones y ómnibus de media y larga distancia pueden hacer lo propio hasta 60 km por hora. A mitad del recorrido, en tanto, fue instalado un radar para el monitoreo de las velocidades.
Personal de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) permanecerá durante 30 días en la zona para supervisar el tránsito, brindar asistencia a los viajeros y garantizar el cumplimiento de todas las medidas de seguridad.
No obstante, Vialidad Nacional recomienda a los usuarios de la calzada nacional extremar las medidas de precaución, siempre llevar las luces bajas encendidas y acatar las indicaciones de la cartelería.
Obras
Entre los trabajos realizados por Vialidad Nacional para la recuperación de la Ruta 7 en La Picasa, se destaca la ejecución de bacheo superficial y profundo de la calzada; la recuperación de parte del material de protección desprendido por la crecida; la reconformación de taludes y la construcción de muros de contención.
Asimismo, se realizó la recolocación de defensas metálicas, el reacondicionamiento de banquinas y la demarcación horizontal (pintura) y vertical (cartelería) de la ruta.
La Ruta 7 es un importante corredor bioceánico que atraviesa el sur santafecino y el noroeste de la provincia de Buenos Aires, una de las regiones de mayor potencial productivo del país.
Este reacondicionamiento beneficiará a más de 3.000 usuarios por día –en gran medida transporte de cargas y de pasajeros- que actualmente se ven obligados a desviar por otros corredores como las rutas 8 y 33 por Venado Tuerto.
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