Las ventas en los supermercados bajaron 12,6% en abril, en relación con igual mes de 2018, y en los centros de compra cayeron 22,9%, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El organismo indicó además que las ventas en los supermercados en abril estuvieron 6,4% por debajo de las de marzo y en los shoppings registraron una caída de 7,4%.
Durante el cuarto mes del año, las ventas en los supermercados a precios corrientes ascendieron a $49.672 millones, de los cuales el 34,5% se hizo en efectivo, 26,6% en tarjeta de débito, 35,7% con tarjeta de crédito, y el restante 3,3% con “otros medios de pago”, informó el Indec.
Con la baja de abril, las ventas en supermercados y shoppings acumulan diez bajas mensuales consecutivas en la variación interanual.
Algunos relevamientos privados indican que en mayo los números se mantendrán a la baja.
La consultora Focus Market prevé para mayo una retracción en las compras de 10,5% respecto a las cifras registradas durante el mismo mes del año pasado.
La consultora destacó además que el acumulado para los primeros cinco meses del año dejó un saldo de 10,6% a la baja frente al mismo período de 2018.
De acuerdo con el relevamiento, el registro de precios marcó en mayo un incremento de 57,2% interanual para los productos empaquetados, lo cual se aproxima bastante a los datos de inflación acumulada durante este lapso.
En medio de este panorama, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, destacó el “fuerte impacto” en la compra de bienes durables por la renovación del programa Ahora 12 con la baja de las tasas.
“Se duplicaron las ventas de los segmentos de 3 y 6 cuotas”, contó el funcionario a los periodistas de la Casa Rosada tras la reunión de Gabinete que se realizó ayer a la mañana.
Vale señalar, ayer el Gobierno salió a anunciar que amplió de lunes a domingos la posibilidad de efectuar compras con el programa Ahora 12 (ver más aparte).
“El sector Comercio es el de mayor incidencia en la caída de la actividad económica, reflejando la fuerte contracción del consumo que ocasionó la caída de poder adquisitivo real luego de la crisis de 2018. Como la suba de salarios estuvo por debajo de la inflación en el primer cuatrimestre, la capacidad de compra de la población se vio muy erosionada”, sostuvieron Nadin Argañaraz y Bruno Panighel, economistas del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
De todos modos, los analistas estimaron que abril “pudo haber sido el piso de la contracción”. Y enfatizaron que “para que el consumo comience a recuperarse y, con él, la actividad económica, es necesaria una baja sostenida de la inflación”.
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