Con el objetivo de moderar el aumento en el precio de las naftas previstos para junio, el Gobierno decidió postergar por un mes el aumento en los impuestos a los combustibles que debían regir desde este sábado.
De esta manera, la Secretaría de Energía que conduce Gustavo Lopetegui espera recortar la suba alrededor de 1,5 puntos porcentuales, de acuerdo con las estimaciones del Ejecutivo.
Como suele suceder con el cambio de mes, las petroleras remarcan los precios de los combustibles para que estos vayan acompañando las fluctuaciones del dólar. Sucede que entre el 80 y el 90% de los costos del sector están dolarizados y atados a la cotización internacional del precio del crudo.
Además, cada tres mes, el impuesto a los combustibles líquidos y el que grava las emisiones de dióxido de carbono se actualizan al ritmo de la inflación. Al respecto, y según las previsiones de las petroleras, el incremento que estaba previsto para junio, y que ahora se traslado a julio, agregaría entre 2 y 2,5% de piso de aumento a los combustibles. A eso debería sumarse el traslado a precios de la devaluación del peso.
En marzo, el Gobierno había decidido desdoblar en dos la actualización del impuesto. Una parte rigió desde ese mes y la otra mitad, en abril.
Los precios de las naftas se encuentran alrededor de 20% retrasados, según las estimaciones de las petroleras. En el sector estiman, además, que el expendio de naftas caerá 2,8% este año, mientras que el de gasoil crecerá marginalmente por el impacto de la cosecha.
En mayo, los combustibles aumentaron entre 4 y 4,5%. En abril habían subido otro tanto. Las empresas suelen esperar que YPF mueva los precios, ya que detenta más de la mitad del mercado.
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