El índice de pobreza aumentó al 32% al término del 2018, contra el 25,7% que mostraba a fines del 2017, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En tanto, el nivel de indigencia aumentó al 6,7% desde el 4,8% de finales del 2017, informó el organismo.
Entre las ciudades con mayor nivel de pobreza se encontraron Corrientes con el 49,3%, Concordia 41,9%, Resistencia 41,4%, Santiago del Estero 38,9%, Salta 37,7%, Córdoba 36,5% y el Gran Buenos Aires con el 35,9%.
Estos niveles registrados en el segundo semestre del año pasado son incluso superiores a los del primer semestre, cuando el índice de pobreza alcanzaba al 27,3% de las personas y el de la indigencia, entendida esta como personas en situación de pobreza a quienes tampoco les alcanzan los recursos para cubrir la alimentación, 4,9%.
Con una población estimada en 44 millones de habitantes, la pobreza estaría afectando 14 millones de habitantes, unos dos millones más que en el 2017.
Además, entre los pobres, se encuentran casi tres millones de personas que son indigentes.
El Indec mide la pobreza a partir de la posibilidad que tiene una persona o un núcleo familiar de adquirir la cantidad mínima de alimentos, indumentaria y servicios que integran la Canasta Básica Total (CBT)
La misma, para una pareja con dos hijos de 6 y 8 años, alcanzó a fines del año pasado un valor de $25.493,80, lo que marcó un aumento del 52,9% en relación con diciembre del 2017.
En cuanto a la indigencia, se fija por la cantidad mínima de comida que requiere una persona o una familia para subsistir, y que a fines del año pasado estaba en $10.197,53, con un aumento del 53,5% interanual.
En tanto, el índice de salarios, sean estos registrados o no, indicativo de poder de compra de los trabajadores para adquirir esa Canasta, aumentó un 29,7% durante el año pasado.
Esta suba en el índice de pobreza e indigencia se dio en el contexto de un año en el que la economía cayó un 2,5%, la desocupación subió al 9,1%, y la inflación alcanzó un 47,6%, según los datos del Indec.
El índice de pobreza del 32% del Indec se colocó, incluso, por sobre la medición que realizó el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) que la ubicó a fines del año pasado en el 31,3%.
Respecto a las regiones, las cifras más altas se registraron en la del Noreste (40,4%); en la del Noroeste (34,5%); y en la Pampeana (32,1%). En tanto, por debajo del promedio, se ubicaron la de Cuyo (31,5%), el Gran Buenos Aires (31,3%) y la Patagonia (24,9%).
La pobreza afecta en mayor medida a los niños menores de 14 años. Según el Indec, el 46,8% de ellos vive bajo la línea de pobreza. “El atraso del poder de compra de la Asignación Universal por Hijo (AUH) no hizo más que complejizar esta situación”, inició Ecolatina.
Si bien la incidencia de la pobreza y la indigencia es menor, los adultos mayores (más de 65 años) también sufrieron las consecuencias del deterioro económico: los aumentos de los haberes previsionales perdieron frente a la inflación.
NÚMEROS CORRESPONDIENTES AL SEGUNDO SEMESTRE DE 2018
El índice de pobreza aumentó al 32%
En la Argentina son pobres alrededor de 14 millones de personas, es decir, dos millones más que en 2017. En un año el incremento fue del 6,3%. La indigencia subió al 6,7%.
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