Amado Boudou, el ex vicepresidente que fue condenado a 5 años y diez meses de prisión por la causa Ciccone, pidió ayer su excarcelación ante el tribunal que dispuso su detención y propuso que, en todo caso, le pongan una tobillera electrónica con GPS si quieren monitorear que no se fugue.
Así lo solicitó la defensa, a cargo de Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, al sostener que después de la resolución tomada el viernes pasado por el juez Ariel Lijo en el caso por la ruta del dinero para comprar la quebrada imprenta ya no hay sospechas de que el ex vicepresidente pueda perjudicar la investigación.
La defensa de Boudou usó los argumentos que el propio Lijo sostuvo para no disponer prisiones preventivas en los procesamiento del ex titular de la Afip Ricardo Echegaray, la ex jefa de la Casa de la Moneda Katya Daura o el banquero Jorge Brito, entre otros.
“Actualmente no observo de qué manera podrían entorpecer la investigación”, pues “a esta altura entiendo que ya se han desarrollado todas aquellas medidas más relevantes y conducentes al esclarecimiento del hecho investigado, de manera tal que los imputados no podrían desarrollar, en esta instancia, comportamiento alguno que comprometa el éxito de la investigación”, afirmó el juez, según citó el escrito de la defensa.
El ex vicepresidente está preso en la cárcel de Ezeiza desde agosto. El Tribunal Oral Federal 4 lo condenó a 5 años y 10 meses de prisión por los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública en la venta de ex Ciccone. La sentencia no está firme porque la defensa apeló a la Cámara Federal de Casación Penal. Pero los argumentos del juez Lijo en el fallo del viernes reactivaron los pedidos de libertad para el ex vicepresidente.
CAUSA CICCONE
COMENTARIOS