Gabriel Benjamín Romero, dueño de la empresa Emepa, amplió ayer su declaración como arrepentido ante el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio.
Admitió haber entregado dinero a Roberto Baratta, a cambio de dos decretos presidenciales. La empresa Emepa explota desde hace unos 20 años un enorme negocio que es la Hidrovía y también está a cargo de Ferrovías, que estaba bajo la supervisión de Ricardo Jaime, ex secretario de Transporte. A partir de ese decreto el Estado le extendió la concesión del cobro de peajes por el río a la firma Hidrovía S.A. y le permitió ampliar la traza de esa vía navegable.
GABRIEL ROMERO
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