En la jornada en la que el juez Claudio Bonadio tenía previsto dar inicio a las declaraciones indagatorias otros ex funcionarios kirchneristas y empresarios implicados en la causa por "los cuadernos de la corrupción", pero sobre los que no existe aún pedido de detención, la primera sorpresa fue la presencia de Ángelo Calcaterra.
El empresario, primo del presidente Mauricio Macri y quien fuera titular durante años de la firma IECSA, se presentó de manera espontánea en los Tribunales de Comodoro Py para brindar información en torno a los escritos de Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido en el ministerio de Planificación Federal.
Según fuentes judiciales, Calcaterra, quien se hizo presente de manera sorpresiva, confirmó lo señalado por Centeno respecto del pago millonario de sobornos de parte de empresarios durante el kirchnerismo y hablaría de "aprietes" de parte de los entonces funcionarios para que hicieran aportes.
De acuerdo a lo indicado por otros implicados en la causa, desde el Gobierno se presionaba a los empresarios para que paguen retornos para que recién entonces liberar los fondos con los que se realizaba obra pública.
Tras su declaración ante el magistrado, Calcaterra se convirtió en "imputado colaborador", la misma figura a la que se había plegado el empresario Juan De Goycochea y a la que también se incorporó Javier Sánchez Caballero, ex gerente de IECSA, además del propio Centeno.
En este sentido, el juez Bonadío homologó los acuerdos a los que De Goycochea y Sánchez Caballero con el fiscal para actuar como "imputados arrepentidos", al tiempo que resolvió eximir de prisión a Calcaterra.
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