Lejos de morigerarse tras el anuncio de negociaciones con el FMI, la tensión en la plaza cambiaria se mantuvo ayer y, pese a nuevas intervenciones del Banco Central en el mercado de futuros, el dólar volvió a perforar los $23 y alcanzó un nuevo récord en bancos y agencias de la city porteña.
Fogoneado por la demanda de minoristas y compras por cobertura de grandes jugadores, el billete aumentó 19 centavos a $23,13, su nuevo máximo al cierre, mientras que la cotización mayorista avanzó 32 centavos a $22,70. Todo sucedió en un contexto de escasa oferta tanto de exportadores como de bancos que ya bajaron sus posiciones en la divisa, de acuerdo a lo exigido por el Bcra.
El apetito por la moneda estadounidense fue alentado además por el contexto internacional, que mantiene los signos de incertidumbre e inestabilidad sobre los tipos de cambio regionales. El Bcra estuvo presente por segundo día consecutivo en los mercados de futuros, un factor que mantuvo acotada la evolución de los precios.
LA TENSIÓN CAMBIARIA NO CEDE
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