El ministro de Energía, José Aranguren, recibió ayer a representantes de las principales petroleras para analizar la situación en el sector de los combustibles, frente a las turbulencias internas que marcó el salto del dólar y frente al avance del precio del crudo Brent por encima de los USD 75 el barril en el mercado internacional. El ánimo oficial es alcanzar un acuerdo para posponer al menos por un par de meses el aumento del combustible.
El argumento es que "a todos nos conviene bajar las expectativas inflacionarias", sostienen en la Casa Rosada. Cabe recordar que el Estado tiene una representación en YPF del 51% y esa empresa ocupa el 58% del mercado.
La propuesta oficial buscará que las empresas comprendan que se podrá recuperar en los próximos seis meses el aumento que no se aplicaría en este período.
También está en estudio una baja de un porcentaje de los impuestos, pensando que la ayuda estatal podría evitar una suba del 2,5%. Ese aporte surgiría de dos impuestos, uno es el impuesto a los combustibles y otro al impuesto al Dióxido de Carbono.
NAFTAS
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