Pese a la ausencia del presidente Mauricio Macri, el encuentro con los empresarios significó la foto de reconciliación entre el Gobierno y la UIA luego de días de extrema tensión, que comenzaron cuando Cabrera, cansado de las críticas de los empresarios, les pidió que no fueran “llorones” y les propuso “una agenda adulta” y trabajar “solucionando problemas, no en enunciar estupideces”.
Ya en ese momento la intención de los empresarios había sido calmar los ánimos, pero el Presidente, en la reunión de Gabinete de la semana pasada, redobló la apuesta, felicitando a Cabrera y dejando una reflexión muy dura: “(Guillermo) Moreno les rompió la cabeza a muchos de estos tipos”.
El pedido de reunión de la UIA al Gobierno no tardó en llegar. Y ayer los empresarios se mostraron conformes tras la reunión. No sólo Acevedo, que dijo estar gratamente “sorprendido” porque duró “más de lo que esperaba”, sino también Funes de Rioja, que en diálogo con Clarín relativizó los cruces de la previa. “Las discrepancias no son de fondo, son de tiempos, el gradualismo impone un manejo de los tiempos de las cuestiones o las presiones a las demandas de competitividad”, indicó.
Acevedo, también, insistió: “Me dejó muy conforme porque ya estamos pensando de cómo vamos a trabajar a futuro para plantear las cuestiones que nos preocupen. Nosotros no estamos en contra del Gobierno”.
Un rato antes, en Casa Rosada, había bromeado al recordar que había dicho que asistiría “con un paquete de pañuelos” descartables por si debía llorar: “Traer los traje, pero no los saqué, no hizo falta”.
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