None
DETENIDO

De Vido no quiere compartir pabellón con Lázaro Báez

El ex poderoso ministro de Planificación Federal del kirchnerismo, Julio De Vido, pasó sus dos primeras noches como flamante preso en una de las camas del Hospital Penitenciario Central, que funciona en el predio del Penal de Ezeiza. Concretamente fue alojado en la denominada "celda 126".
El desaforado diputado nacional fue sometido a los estudios habituales, que se denomina "Dictamen Único Integrador", donde los especialistas de todas las áreas lo interrogan: médicos de distintas especialidades, psicólogos (que determinaron que está deprimido) y hasta trabajadores sociales.
Una vez que esas evaluaciones se vuelcan a un informe único, se fijarán las pautas de tratamiento, la alimentación, la dieta, los ejercicios que debe realizar el interno y lo más importante, cuál será el lugar de encierro. El funcionario kirchnerista no se cruzó hasta ahora con ninguno de los resonantes presos que están alojados en el pabellón destinado a personas con "alto grado de corruptibilidad".
De Vido no quiere permanecer en Ezeiza.  No sólo porque es insulinodependiente, sino porque no quiere compartir pabellón con el empresario patagónico Lázaro Báez. Entre las personalidades alojadas en Ezeiza se encuentran el ex jefe del Ejército de Cristina Kirchner, César Milani; Jorge Chueco, quien supo ser el abogado del dueño de Austral Construcciones; Daniel Pérez Gadín, el otrora contador de Báez; José López, el ex secretario de Obras Públicas y con quien De Vido tampoco tendría ningún interés de cruzarse en el Complejo Federal I; y Juan Pablo "Pata" Medina, el ex titular de la Uocra La Plata.
El abogado defensor, Maximiliano Rusconi, intenta en primer lugar lograr una prisión domiciliaria, o en su defecto, conseguir el traslado al penal de Marcos Paz.

COMENTARIOS