En medio de un fuerte operativo de seguridad, el ex ministro de Planificación, Julio de Vido, fue trasladado ayer por la tarde al penal de Ezeiza donde se le realizó un examen médico de rutina antes de designar su lugar de detención. Tras conocerse su desafuero, De Vido eludió a la prensa montada en su domicilio y se entregó en los tribunales de Comodoro Py. Al llegar quedó detenido y fue notificado sobre su detención pero no prestó declaración.
Apenas De Vido se quedó sin fueros una docena de efectivos de Gendarmería y un escuadrón de fuerzas especiales rodeó el edificio del barrio de Palermo donde vive e ingresó al departamento del décimo piso para detenerlo. Sin embargo, los uniformados no tuvieron éxito: mientras lo buscaban en la torre de avenida Libertador al 2200 el ex ministro de Planificación se entregaba. Antes de entrar por una puerta lateral a los tribunales se lo escuchó decir: “Mándenle champagne a la doctora Carrió”.
La frase del fue en respuesta a Carrió, ya que la semana pasada, en el cierre de campaña de Vamos Juntos, la dirigente de Cambiemos había festejado la decisión de la Cámara Federal de ordenar el desafuero y la posterior detención del ex funcionario, acusado en varias causas por hechos de corrupción.
De Vido ingresó sorpresivamente por uno de los accesos laterales al edificio en compañía de su abogado Maximiliano Rusconi. Fue por la calle Letonia, por donde varias veces ingresó también a declarar la ex presidenta Cristina Kirchner.
De Vido ingresó con un morral y vestido de manera informal y para entonces ya se había dispuesto el desalojo total del cuarto piso de los tribunales, donde tanto el juez Rodríguez como Bonadio tienen sus respectivos Juzgados.
El ex ministro ingresó al Juzgado de Rodríguez, a cargo de la la causa por supuesta malversación de fondos en la mina de Río Turbio, y allí fue detenido, antes de que también se lo notificara de la prisión preventiva decretada por Bonadio en la causa por sobreprecios en la compra de Gas Licuado Natural.
Desafuero
El trámite legislativo fue corto, por 176 votos a favor y una abstención, la Cámara baja finalmente decidió el desafuero por los procesamientos y pedidos de detención por malversación de fondos y defraudación al Estado. La abstención pertenece al cordobés Juan Manuel Pereyra (Concertación-Forja, quien argumentó que “no están dadas las condiciones constitucionales de defensa en juicio, y no quiero ser cómplice con mi voto de violar la independencia de otros poderes”.
De esta manera, y en medio de una sesión histórica, ya que es la primera vez que Diputados vota desde el advenimiento de la democracia el desafuero por corrupción, el bloque oficialista Cambiemos llegó a los dos tercios necesarios con el respaldo de los diputados del Frente Renovador, del Justicialismo, del Frente Misionero, del GEN, Frente Cívico de Santiago, la Izquierda y Compromiso Federal, de los hermanos Rodríguez Saá. El Frente para la Victoria no bajó al recinto y allanó el camino del desafuero.
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