El ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou, comenzó a ser juzgado ayer por el caso Ciccone, el primer expediente de corrupción que se abrió en la justicia en el segundo mandato de la presidenta Cristina Kirchner.
En la primera audiencia la defensa del ex vicepresidente pidió la nulidad del inicio del juicio. “Hay muchos elementos que no están en este debate”, sostuvo Eduardo Durañona.
Se juzga la compra de la imprenta de papeles de seguridad y billetes más importante del país -Ciccone- en medio de su quiebra por la empresa The Old Fund, que estaría vinculada a Boudou, quien utilizó su poder como ministro de Economía para realizar la operación.
Junto con Boudou son juzgados José María Núñez Carmona, socio y amigo de la infancia de Boudou; Alejandro Vandenbroele, dueño de The Old Fund y presunto testaferro del ex vicepresidente; Nicolás Ciccone, uno de los dueños de la imprenta Ciccone; Rafael Resnick Brenner, ex jefe de asesores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y Guido Forcieri, ex jefe de Gabinete de Boudou en el Ministerio de Economía. Todos están acusados por los delitos de cohecho -coimas- y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública.
La jornada comenzó temprano. A primera hora, Vandenbroele cambió de abogados, algo que le había anunciado el lunes al tribunal oral. La defensora oficial Paola Bigliani es su nueva abogada. Boudou llegó a las 9:20 a los tribunales de Comodoro Py. Ingresó por una puerta lateral y fue directo a la sala de audiencias.
El juicio empezó puntual a las 9:30. Pero faltaba Vandenbroele que ingresó demorado. Lo primero que dijo el presidente del Tribunal Oral Federal 4, Pablo Bertuzzi, fue que la defensa de Vandenbroele pidió la suspensión del inicio porque había asumido el cargo hacía instancias y quería tiempo para leer el expediente. “El tribunal no va a hacer lugar”, respondió el juez.
Luego se leyeron las acusaciones de la Fiscalía y la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera, que actúan como querellantes.
Boudou está acusado de haber utilizado –en 2010– su cargo de ministro de Economía para quedarse con la empresa Ciccone. La compañía estaba en quiebra y no podía acceder a un plan de pagos en la Afip. Según la investigación, a cargo del juez Ariel Lijo, Boudou logró que el organismo fiscal le diera un acuerdo excepcional para pagar su deuda. Eso ocurrió cuando The Old Fund compraba el 70 por ciento de Ciccone.
Con The Old Fund, Ciccone pasó a llamarse Compañía de Valores Sudamericana (CVS). Por esa venta, los Ciccone se quedaban con el resto del porcentaje de la empresa y la promesa de hacer negocios con el Estado. De hecho, se encargaron de la impresión de las boletas del Frente para la Victoria en las elecciones presidenciales de 2011.
La causa determinó que Núñez Carmona mantuvo las relaciones con Vandenbroele y Forcieri con Resnick Brenner en la Afip para lograr el plan de pagos. Por su parte, Ciccone fue parte de la maniobra al aceptar la venta de la empresa como una coima. Todo con el conocimiento de Boudou.

JUSTICIA
Ciccone: en el inicio del proceso, Amado Boudou pidió la nulidad del juicio
El ex vicepresidente está acusado de quedarse con la fábrica de billetes para hacer negocios con el Estado. El proceso se reanudará el próximo martes.
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