El juez federal de Esquel, Guido Otranto, rechazó ayer la recusación planteada en su contra por la familia de Santiago Maldonado, con lo cual será la Cámara Federal de Chubut, con asiento en la ciudad de Comodoro Rivadavia, la que deberá determinar si el magistrado debe apartarse o continuar al frente de los expedientes que buscan dar con el paradero del joven desaparecido desde el 1 de agosto pasado.
“El querellante confunde el objeto procesal de esta investigación, que está pura y exclusivamente encaminada a establecer si Santiago Maldonado ha sido víctima del delito de desaparición forzada de personas”, señaló el juez en su resolución, difundida esta tarde por el Centro de Información Judicial (CIJ).
La familia del joven desaparecido había pedido el jueves el apartamiento del juez Otranto ante el “nulo avance” de la causa, y resaltó la necesidad de “acumular las causas donde tramita la desaparición forzada de persona de Santiago, para evitar más dilaciones y desvíos en la investigación sobre su paradero actual”.
En la presentación, realizada por la abogada Verónica Heredia, la familia requirió además la intervención de un nuevo magistrado “imparcial y eficiente en la tarea a su cargo”.
En su respuesta de ayer, Otranto defendió su labor al destacar la “innumerable cantidad de medidas de prueba” que ordenó en el marco de la investigación y destacó que esas decisiones “no hablan de una postura parcial sobre la existencia del hecho”.
Señaló asimismo que la decisión de convocar a efectivos de la Gendarmería para declarar ante su juzgado esta semana en condición de testigos “no permite suponer que tenga una posición predeterminada sobre la responsabilidad de esa fuerza en el hecho” sino que, “por el contrario, responde a la valoración del resultado de las medidas de prueba que se han realizado”.
Otranto aclaró además que la decisión de suspender las declaraciones testimoniales previstas para esta semana de tres personas de la comunidad Pu Lof en Resistencia Cushamen y recibir en cambio las de los gendarmes se debe a que esas personas “ya habían faltado a las audiencias del día anterior y no existía seguridad” de que se presentaran esta semana.
En su dictamen, el juez Otranto detalló que la familia Maldonado solicitó su apartamiento ante el “temor de parcialidad” y que el cuestionamiento parte de que la investigación “debería alcanzar también a los hechos que dieron origen al accionar de Gendarmería que finalizó -en palabras de la querella- con la desaparición de Santiago Maldonado”.
Para el juez de Esquel, “no está suficientemente objetivado el temor de parcialidad que invocó el querellante particular”, pues su intervención en el expediente “no me ha hecho tomar una postura preconcebida acerca del objeto procesal de esta investigación, esto es, si efectivamente el día 1 de agosto Santiago Maldonado fue detenido por Gendarmería Nacional”.
Ante los cuestionamientos el magistrado consideró que “no tiene la más mínima relevancia a fin de establecer si se cometió ese delito”.

DESAPARICIÓN
Pulseada por el juez que no quiere dejar el caso Maldonado
Otranto defendió su labor al destacar la “innumerable cantidad de medidas de prueba” que ordenó en el marco de la investigación y destacó que esas decisiones “no hablan de una postura parcial sobre la existencia del hecho”.
COMENTARIOS