MIENTRAS SE DEFINE LA SITUACIÓN DE LOS GENDARMES

El juez Otranto espera los resultados de ADN

El magistrado explicó que espera resultados del laboratorio para decidir si cita a declarar a los agentes como testigos o como imputados. Ayer se reunió con enviados del Gobierno nacional, que le entregaron documentación.

El juez federal de Esquel Guido Otranto, que está a cargo de la causa por la desaparición de Santiago Maldonado, habló por primera vez ante los medios y señaló que es importante para el futuro de la investigación tener las pruebas de ADN de los gendarmes que participaron del desalojo de la ruta el 1° de agosto.
"Es esencial tener el resultado de las pruebas de ADN para ver en que situación están los gendarmes", dijo el magistrado. Sus palabras fueron después de una reunión que tuvo con el secretario de Seguridad Interior de la Nación, Gerardo Milman, y el secretario de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, Gonzalo Cané. El motivo del encuentro fue que los funcionarios le acercaron todos los testimonios de los uniformados que participaron en el operativo el día en que desapareció Maldonado.
Según estimó, los estudios a los efectivos estarían en esta semana. "La prueba es de todo lo que se encontró en los vehículos, la casa donde vivía Maldonado y la ropa que nos aportaron que sería de él", explicó. Además, señaló que necesitan estos resultados para definir en qué situación declaran ante la Justicia. "Si llegan a quedar imputados va a depender de los requerimientos que haga la fiscal en la causa que instruye por desaparición forzada", agregó.
En caso de que las pruebas de ADN de los gendarmes dieran negativas, Otranto aseguró que éstos resultados no son siempre concluyentes.
En ese sentido, informó que hoy se reiniciarán los rastrillajes en el río Chubut en busca de alguna pista sobre el joven (ver aparte). "Uno de los temas que se tocó en la reunión fue la necesidad de reforzar el personal de la búsqueda. Van a trabajar río abajo hasta que disponga la prefectura que ya no es más razonable seguir", indicó.
Sobre las tierras sagradas, Otranto aclaró que no se pasó del otro lado del río no por preservar las creencias mapuches sino porque no había posibilidad de imponerse físicamente. "En ese momento había un policía con un perro nada más y yo no estaba. Ellos eran muchos", añadió. "Yo me tuve que ir porque conmigo la situación se puso áspera porque me reprochaban haber ordenado el despeje de la ruta", relató. También, dijo que tampoco hizo falta entrar el 16 de agosto porque los rastros de olor que seguían no los conducían a esa región.
"Para mi era esencial en el primer momento del hecho ir a ver cómo había sido el rastro de olor y si había alguna huella de sangre en el lugar donde por última vez se había visto a Santiago", expresó consultado sobre las objeciones de los integrantes de la comunidad con la causa.
Con respecto al operativo del día en que desapareció Maldonado, el juez contó que su orden había sido intimar a las personas que estaban cortando la ruta para que se vayan a un costado. "También, le recordé al jefe del escuadrón 35 que en caso de violencia en la vía pública tiene facultades autónomas previstas por la ley para proceder con la detención", detalló. De acuerdo a sus declaraciones, el desalojo se filmó hasta que un gendarme recibió un piedrazo, y la persona que estaba grabando fue a asistirlo. "Siempre recomiendo que graben todo", aclaró.
"Hay que seguir con las declaraciones testimoniales de las personas que vieron el momento en que a Maldonado lo habrían cargado en una camioneta y después ver las actuaciones que presentó el Ministerio de Seguridad para ver el relato que hicieron los uniformados", concluyó.