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La elección de este domingo aportará información sobre cómo influye la cuestión económica y social a la hora de decidir el voto.
PANORAMA POLÍTICO DE LA SEMANA

Encuesta con efectos políticos y económicos

El problema no es la información, sino lo que se hace a partir de ella. No es lo mismo que un gobierno reaccione con enojo ante una variable que se desajusta, a que la asimile como un dato de la realidad que tiene su razón de ser. Tampoco da igual que la oposición se muestre moderada a que haga pronósticos apocalípticos, fogoneando la crisis como una profecía auto-cumplida.
Los resultados de las elecciones primarias de este domingo aportarán información, tal vez la más valiosa en términos políticos desde el cambio de gobierno en 2015. No obstante, se asemejarán más a una gran encuesta nacional, un insumo para la toma de decisiones, que a la consagración de un nuevo esquema de poder. Aunque muy caras para el país si sólo sirven para esos.
El 10 de diciembre, en efecto, se plasmará la nueva composición del Congreso nacional. También lo harán las legislaturas provinciales y los concejos municipales. El Poder Legislativo tendrá nuevas relaciones de fuerza. Pero lo que empezará a revelarse hoy es algo más simbólico: el estado de ánimo de la sociedad -que no es homogéneo- frente al rumbo adoptado por las autoridades.
Las elecciones legislativas de medio término suelen reflejarlo con absoluta claridad. La manera en que los gobiernos llevan la política económica, los ganadores y perdedores hasta ese momento del modelo aplicado, el estilo personal y del grupo de dirigentes que detentan el poder, el contraste con administraciones anteriores, todo eso forma parte de un combo que los electores contrapesan ante las urnas.
En segunda instancia, también evalúan si existen propuestas alternativas “votables”, en caso de que tengan una opinión crítica del gobierno de turno. Ese será justamente uno de los aspectos que más influencia podría tener este domingo electoral, ya que las PASO se realizarán en todo el país pero las miradas y las expectativas estarán puestas aquí, en el vasto territorio de la Provincia.

El factor Cristina
La presencia de Cristina Kirchner en la grilla de candidatos bonaerenses es, sin dudas, un factor determinante. La ex presidenta llega hoy a las urnas como favorita en las encuestas, a la cabeza de una oferta electoral que tiene la base del peronismo, aunque haya renegado del nombre “justicialismo”, del escudo y hasta de la imagen de Perón.
La alianza gubernamental sabe de qué se trata: hace dos años ganó en la provincia de Buenos Aires y a nivel nacional presentándose como la primera opción anti K. María Eugenia Vidal fue en ese momento la contrafigura perfecta de Aníbal Fernández. Pero una cosa es hacerlo desde la oposición y otra muy distinta cuando se gobierna, porque la lupa está puesta sobre las circunstancias económicas. Pero el cierre de campaña fue el realizado en un programa televisivo en el cual la Gobernadora contestó afirmaciones de Brancatelli en forma contundente, subrayando contradicciones del kirchnerismo.
El electorado de Cristina Kirchner -cuya dimensión se conocerá exactamente hoy- es el más perjudicado por la caída del poder adquisitivo y por ende del nivel de consumo, un fenómeno que afecta principalmente a los sectores más desprotegidos que se asientan en el Gran Buenos Aires.
En este aspecto radica la respuesta a una pregunta que se hicieron repetidamente en la Casa Rosada y en otros ámbitos de poder político y económico en los últimos meses: ¿Por qué Cristina Kirchner conserva predicamento entre los más pobres, si su gobierno no los sacó de esa situación? A algunos les alcanza con caracterizarlos como víctimas del clientelismo o de un sólido mito.

La pelea de Vidal
De hecho, la consigna de la “lucha contra las mafias” -encarnada por la gobernadora Vidal- se convirtió en el eje de la campaña de Cambiemos en la Provincia. Y en la semana previa a las PASO cayó Quique Antequera, otro peso pesado de La Salada. También fue apresado el cuñado de Julio De Vido, “el mono” Minnicelli. Ambos hechos policiales tuvieron lugar en territorio bonaerense.
Vidal viene dando muestras de que está dispuesta a sacrificarse para que esa pelea tenga algún resultado positivo. Tanto, que vive en una base militar para estar bien custodiada. “Ahora el poder político no mira para otro lado ni es cómplice de los mafiosos”, advirtió el jueves por la noche en Vicente López, en el acto de cierre de la campaña oficialista. Habló como si ella fuera candidata.
Pero la Gobernadora no estará hoy al tope de la boleta de Cambiemos y eso puede influir en el comportamiento del electorado. La figura de Vidal es considerada en la alianza gubernamental como decisiva para la captación del votante independiente, el que no se identifica con los partidos políticos. En esa misma laguna suele pescar Sergio Massa en la búsqueda de un lugar intermedio.
El candidato de 1País, definido como un “post peronista” por Felipe Solá, intenta representar a los sectores medios que, a su juicio, no son debidamente atendidos por el gobierno ni tenidos en cuenta por el kirchnerismo. Por eso basó su campaña en críticas a la elevada presión impositiva, los problemas de las pymes y el drama de la inseguridad. Eso le provocó recelos del oficialismo.
Massa se encuentra en un proceso de retirada de las alianzas que tejió con Cambiemos en varias provincias en 2015. Pero tampoco va de regreso hacia el peronismo, donde le hicieron la cruz por aquella rebeldía electoral que bloqueó el intento re-reeleccionista de Cristina Kirchner en 2013. Junto a Margarita Stolbizer, este domingo por la noche sabrá dónde se encuentra parado.

La victoria de Carrió
Otra figura de la política argentina podría tener al fin una victoria electoral. Elisa Carrió tiene este domingo se encamina a ser una de las dirigentes más votadas en el país. “Lilita” ganaría con comodidad en el territorio porteño, la base política del PRO.
Si bien Carrió atraviesa ahora una suerte de luna de miel con el presidente Macri, su estilo independiente le provoca frecuentes dolores de cabeza a la mesa chica del partido amarillo. El propio Marcos Peña lo padeció el miércoles pasado en el club Ferro, donde cerró su campaña Vamos Juntos -versión porteña de Cambiemos-, cuando “Lilita” hizo una ácida referencia a Mario Quintana.
En la interna oficialista se señala al vicejefe de Gabinete como el “cirujano” que aplica el bisturí del ajuste en el presupuesto nacional. Las pensiones para discapacitados, los medicamentos del PAMI y otros recortes por el estilo se le atribuyen, al menos en parte. Carrió habló de “errores no forzados”, interpretando de forma amistosa lo que dirigentes opositores critican abiertamente.
En el campo opositor, justamente, también habrá que ver cómo les va hoy en las urnas a los gobernadores peronistas. Algunos de ellos, como el salteño Juan Urtubey, buscan ponerle límites al resurgimiento de Cristina Kirchner dentro del PJ. Y ya trabajan -junto al referente parlamentario Miguel Pichetto- en el armado de un esquema para que la ex presidenta no controle el Senado.
Por último, se registrará desde mañana un pronunciamiento menos popular que el de las PASO, pero también importante para el país: la reacción de los mercados cambiario y bursátil ante el resultado electoral. La presión alcista del dólar ya lleva varias semanas, por motivos políticos y económicos.

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El jefe de la Fuerza Aérea, afuera