El ex ministro de Economía Roberto Lavagna advirtió que el modelo económico del Gobierno "no termina bien", por lo que pidió "pensar cómo cambiar el rumbo". Además, aseguró que la política económica oficial tiene "características similares" a la que aplicó durante la dictadura militar el ministro de Economía José Martínez de Hoz.
El asesor económico del massismo dijo que "el pronóstico sobre el cual hay un acuerdo de todos los economistas es que este año habría que recuperar alrededor de 2,5 de puntos del producto bruto, lo cual recupera apenas parcialmente la caída del año pasado y dejaría una caída en estos dos años, 2016 y 2016, en términos por habitante del 2%".
"Los números reflejan y explican ese sentimiento de insatisfacción bastante generalizada. El futuro está todavía poco claro, el tema electoral indudablemente va a influir, habrá que esperar a después de octubre", consideró.
"Lo que predomina claramente es la especulación financiera. Hasta mayo se llevaba ganado en dólares más de 11%. Eso en el mundo requiere varios años, dadas las bajísimas tasas de interés que hay hoy. Hay también un efecto negativo cuando aparecen las dudas. Lo que ha ocurrido con el dólar tiene que ver con capitales especulativos que entraron, hicieron su utilidad y se retiraron", explicó.
“Esto lo vivimos”
El ex ministro señaló que "lo más preocupante es que hay una dirigencia que no aprende, en el sentido de que esto ocurrió a finales de los años '70, ocurrió durante la época de la convertibilidad y en otros breves períodos en todos estos años. Uno dice 'esto lo vivimos, ya sabemos cómo es'. Entonces, ¿por qué la dirigente vuelve a repetir estos errores?", se preguntó. Según Lavagna, ello se debe a que hay "una mezcla de cosas, ideología, intereses muy concretos e incompetencia".
Cuando se le preguntó si Martínez de Hoz estaría satisfecho con este modelo, respondió: "Lo actual tiene características similares a la tablita. Cuando uno combina baja de salarios, permanente aumento de la deuda, deterioro en la competitividad de la economía e ingreso de capitales especulativos, otras cosas pueden ser distintas, pero estos elementos están presentes y hacen que ambas situaciones sean asimilables".
En ese contexto, alertó: "Ya sabemos cómo terminan estas cosas, a veces llevan tiempo, la convertibilidad duró más de una década, pero estas cosas no terminan bien, mejor ir pensando cómo se cambia el rumbo de la manera menos dolorosa posible".
“Mover una economía del rumbo que tiene hacia un rumbo distinto a veces es como dar vuelta un gran paquebote, no se lo da vuelta en dos minutos", ilustró.
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