Los precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Total (CBT) subieron durante mayo el 1,01%, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Para sobrepasar la línea de pobreza hicieron falta casi 15 mil pesos.
De esta manera, una pareja con dos niños de 8 y 5 años requirió el mes pasado de $ 5.986,07 para comprar la alimentación indispensable para no caer en la indigencia.
Ese mismo núcleo familiar requirió $ 14.665,88 para adquirir el mes pasado la Canasta Básica Total (CBT) que además de los alimentos incorpora viajes e indumentaria, y que marca el umbral por debajo de la cual se cae en la línea de la pobreza.
En lo que va del año, el costo de la CBA registró un alza del 9,6 %, y el de la CBT el 11,5 % ante la suba de las tarifas de los servicios públicos.
En los últimos doce meses, tanto la CBA como la CBT aumentaron el 24%, informó el Indec.
De manera paralela, la Oficina de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires informó también su medición de la CBA, que para el mismo núcleo familiar, y también para mayo, ascendió a $ 7.493, con un aumento del 1,8% respecto a abril, y del 22,6% en los últimos doce meses, y la CBT, que ascendió a $15.259, con un alza del 2% y 23,5% respectivamente.
El índice de pobreza alcanzó en el segundo semestre del 2016 al 30,3 % de todo el país, alrededor de 12,7 millones de personas, por debajo del 32,2 % del primer semestre, según la última medición del Indec.
Dentro de este 30,3 % de pobres, hay un 6,1 % que son indigentes, es decir, cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad de alimentos suficientes, también por debajo del 6,3 % de la medición anterior.
Empleo
Sobre los índices de desempleo conocidos también ayer en relación con la elevación de la marcha de la economía, el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne ensayó una explicación al decir que “todos los primeros trimestres, si uno mira en los últimos años en Argentina, estacionalmente, el empleo relevado por el Indec tiene una baja con respecto al cuarto trimestre porque hay sectores de la economía, que son enseñanza y transporte y comercio que durante el verano tienen una baja estacional”, con lo cual la reactivación imprimió subas.
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