El empresario Lázaro Báez fue trasladado ayer al sanatorio Los Arcos, en el barrio porteño de Palermo, luego de que los médicos del Servicio Penitenciario Federal detectaran que no eran buenos los resultados de un “holter” que le practicaron.
El traslado se produjo para que el empresario sea sometido a estudios médicos complementarios fuera del hospital penitenciario, aun cuando su situación “no revestiría ninguna gravedad”, informaron fuentes judiciales.
“No fue una emergencia, está bajo observaciones y posiblemente pase la noche en el sanatorio”, indicaron las fuentes, que tienen acceso al expediente en el que se investiga a Báez por lavado de dinero.
La decisión de trasladarlo fue tomada por el Servicio Penitenciario tras la realización de un holter, una prueba de diagnóstico cardiológico que registra el trabajo cardíaco de una persona durante un tiempo prolongado, en movimiento.
Se trata de la segunda internación de Báez por fuera del sistema carcelario, tras un episodio en abril.
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