Hoy se conocerá el fallo contra Farré quien ayer pidió perdón a sus hijos

“Daría mi vida, cambiaría todo en un segundo, por irme yo y que ustedes estén con su madre, creciendo con ella”. Fernando Farré, el ex ejecutivo que mató a su esposa Claudia Schaefer en el country Martindale de Pilar, hizo uso del derecho de decir las últimas palabras en el juicio en su contra que se lleva adelante en los Tribunales de San Isidro y aprovechó para leer una carta dirigida a sus tres hijos.
Farré, que está probado que mató a su pareja, será juzgado por un jurado de 12 personas que hoy leerá el veredicto y determinará si le corresponde una condena a prisión perpetua, si actuó bajo emoción violenta o si lo declaran inimputable.
Luego de los alegatos de su defensa, en sus últimas palabras intentó conmover al tribunal y leyó una carta dirigida a sus tres hijos, en la que les pidió perdón.
“Perdón y los quiero, como siempre. Quizá esta sea la única razón por la que estoy vivo y pude seguir adelante porque sin ustedes no podría. Sigo siendo su padre. Estoy acá y no puedo explicar ni justificar lo que pasó. El desenlace fue totalmente impredecible. Fue complejo”, sostuvo Farré, que durante unos cinco minutos leyó una carta, dedicada a “Nicky (15), Tomy (13) y Marki (11)”, que llevaba guardada en uno de los bolsillos internos de su saco.
Con un tono pausado, Farré se quebró por momentos: “Hace más de 8 meses que cambió nuestra vida. Clau ya no está entre nosotros. Desde entonces pienso cada día en ustedes. Sé que Dios los está protegiendo. Están con gente que los quiere y los apoya”.
Y siguió: “Dicen que el tiempo va a ayudar a que se adapten a la nueva situación. Daría mi vida, cambiaría todo en un segundo, por irme yo y que ustedes estén con su madre, creciendo con ella. Pero si yo no estoy quizá sería peor para ustedes y no se lo merecen”.
“Quisiera saber cómo están, cuántos centímetros crecieron, qué juego tienen en la tablet. Quisiera estar con ustedes y tomarlos de la mano. Nada es más lindo que tomar unas manos que son más pequeñas que las de uno. Ustedes tienen el futuro, sigan su sueño y lo que el corazón les diga. Los quiero, pa”.
Antes de dar lectura a la carta, Farré enfatizó que éstas serían sus últimas palabras y que lo mejor que le había pasado en la vida había sido haber recibido el amor de uno de sus hijos que sufre autismo. “Lo mejor que me pasó en la vida fue tener un hijo discapacitado, que me brindó su amor puro, sincero, inocente, con una sonrisa honesta”.
El abogado de Farré, Adrián Tenca, aseguró tras las palabras de su cliente que su testimonio “no estuvo planificado”. Y agregó: “Es algo que le surgió en el momento en que el juez le dijo que tenía derecho a sus últimas palabras. Yo no sabía qué era lo que iba a decir”, señaló Tenca, que minutos antes acababa de dar su alegato.